La elevada velocidad, principal característica de Zeltweg

Esta tarde se disputa el Gran Premio de Austria, undécima prueba del calendario de Fórmula 1 y cuarta de su segunda mitad. El circuito de Zeltweg, de un trazado tremendamente rápido, debe ser escenario de un nuevo éxito de los coches actualmente más en forma, los Williams y los Renault turbo alimentados. En las sesiones de entrenamientos oficiales, según informa la agencia Efe, el dominio ha estado a cargo de los Renault y del rapidísimo Alan Jones.

Pero nada menos que doce pilotos han superado el tiempo que el pasado año daba a Ronnie Peterson el primer lugar de la parrilla de salida.Zeltweg es un circuito sinuoso, pero rapidísimo. Con casi seis kilómetros de recorrido, el promedio que se alcanza al completar una vuelta es de casi 230 kilómetros por hora. Los pilotos sólo utilizan las dos primeras marchas de su caja de cambios en el momento de la arrancada. Luego, pese a tener que realizar un cambio de marchas cada cinco segundos, prácitcamente sólo varían entre la cuarta, quinta y sexta. La tercera velocidad sólo sirve para afrontar una curva, mientras que son tres las que se negocian en sexta, a casi trescientos kilómetros por hora.

La espectacular mejora en los tiempos con respecto al pasado año se debe, fundamentalmente, a la proliferación de la técnica wing-car (coches de efecto-suelo o de ala invertida), que la pasada temporada sólo utilizaban los Lotus. El genio creador de Colin Chapman ha sido masivamente copiado por el resto, con el paradójico resulta do que las copias han mejorado el original.

Gracias, pues, a la adopción de esas faldillas y de los nuevos chasis, los coches han mejorado muchísimo su comportamiento en las curvas, logrando una estabilidad sorprendente. A base de soportar aceleraciones centrífugas superiores en dos veces y media la de la gravedad, los pilotos, convertidos casi en astronautas, logran afrontar los virages a velocidades que antes difícilmente podían alcanzarse incluso en las rectas.

Entre los tiempos registrados en las tandas de entrenamientos oficiales es de destacar no sólo los de los Williams -en cierta forma menos sorprendentes por haber brillado ya de forma espectacular en las últimas carreras en circuitos tan rápidos como el austriaco- y los Renault -en teoría los que deberían dominar más ampliamente, por contar con la ventaja suplementaria del turbocompresor-, sino el del Ferrari de Villeneuve, único coche, junto con el de su compañero Scheckter, que no es un auténtico wing-car.

De cualquier forma, dado que los que ocupan los primeros lugares en la parrilla no tienen ya ninguna opción de cara al título, habrá que seguir atentamente las actuaciones de Villeneuve, Laffite y Scheckter.

El orden en la parrilla de salida será el siguiente: primera fila, Rene Arnoux (Renault) y Alan Jones (Williams); segunda, Jabouille (Renault) y Lauda (Brabham); tercera, Villeneuve (Ferrari) y Regazzoni (Williams); cuarta, Picquet (Brabham) y Laffite (Ligier); quinta, Scheckter (Ferrari) y Pironi (Tyrrell).