Defensa de El País de la Música

La institución (el Montepío de Previsión Social de la Música, entidad promotora de El País de la Música, en Polop de la Marina), como todas las creadas para la defensa de los profesionales del arte al final de su vida de trabajo, era escandalosamente pobre. Imaginar una residencia para estos jubilados especiales que tanto tienen que recordar y contar era una verdadera utopía (algunos así la siguen calificando); sin embargo, teníamos con nosotros la fe y la esperanza de muchos que desde que se comenzó a hablar de construir dicha residencia se volcaron en ayuda, respeto y atenciones hacia un sector social que tanto beneficio espiritual proporciona al resto de los seres humanos.- Mantener una residencia para jubilados era un artículo de lujos sólo posible a entidades empresariales o paraestatales. La profesión artística produce un espectáculo rentable, con tal rentabilidad se podía autofinanciar y sostener la obra. Y así, con el beneplácito de 2.000 socios y aprobado en junta general, se determinó abordar tal misión socio-cultural y benéfica, apoyada en la rentabiridad de los siguientes edificios:

- Auditorio de conciertos para 10.000 espectadores. Emisora de Radio FM. Escuelas de artesanía para fabricación y reparación de instrumentos musicales. Museo de recuerdos artísticos. Centro de cursos internacionales de arte, en contacto académico con las universidades de Valencia y Alicante. Edificio social, con residencia para 45 jubilados del mundo de la música. Escuela de Musicoterapia, asistida por nuestros socios, profesores especializados en tan hermosa docencia. Guardería de niños, pájaros, perros y gatos, todo ese bagaje sentimental del que tiene que prescindir el artista durante su vida trashumante. Trescientos setenta estudios-apartamentos para nuestros socios y protectores.

- Con todo este patrimonio se llegará a construir El País de la Música, que vulgarizando se podía denominar «el huevo de Colón»; un centro internacional de la sensibilidad, la educación y el respeto humano. ¡Nunca! será una urbanización especulativa, como alegremente la califican estos señores.

- Espero que estas explicaciones les sirvan (a los nietos de Gabriel Miró) para rectificar y moderar su actitud. Justificándose ante el Excelentísimo Ayuntamiento de Polop de la Marina, que tan mal parado queda en su interés hacia El País de la Música. Con el doctor arquitecto Miguel Durán-Lóriga, autor del proyecto. Y con los ochenta jubilados del Montepío, que unidos a los setecientos socios estudiantes de música y al consejo directivo, todos ellos que tan esperanzados aguardan la realización de tan magna obra. Estos amigos, sí necesitan una rectificación y la exigen.

- Yo, personalmente, después de cuarenta años de incertidumbres profesionales, me sobran todas las rectificaciones, creo en El País de la Música como solución de muchas necesidades y como acción trascendente a nivel internacional. Este es el motor que nos ha unido a todos los que deseamos un mundo mejor, y no me asustan ni las actitudes enfermizas, ni los desconocimientos «premeditados».

Presidente del Montepío de Previsión Social de la Música