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Fuerte tensión en Alcorcón, tras el hallazgo del cadáver de la niña secuestrada

El pueblo de Alcorcón, 200.000 habitantes, situado a trece kilómetros de Madrid, vivió ayer una jornada de fuerte tensión, como consecuencia del hallazgo del cadáver de la niña Inmaculada Fernández Romero, de tres años de edad, que había sido secuestrada en la tarde del jueves, a la puerta del domicilio de sus padres, un matrimonio de condición humilde que tiene otros cinco hijos. La policía logró la detención de dos de los cuatro presuntos raptores, los cuales pretendían cobrar un rescate de 50.000 pesetas por el secuestro de la niña.

La jornada de ayer culminó con una manifestación masiva de vecinos, encabezada por el alcalde socialista de la población, José Aranda, en contra de la delincuencia y para protestar por la falta de medios; policiales con que cuenta el pueblo. El día anterior se habían producido incidentes de orden público por el mismo motivo. Los dos detenidos son Juan Carlos Pérez Carballo, de diecisiete años, que acababa de salir de la cárcel hacía cuatro días, y el menor L. M. G., de quince. La policía está pendiente de la detención de los otros dos secuestradores.El cadáver de la niña fue descubierto alrededor de las diez de la mañana de ayer, en una charca situada bajo un puente sobre el que circula el ferrocarril Madrid-Móstoles, y que cruza la avenida de los Castillos, la vía de acceso a San José de Valderas y Alcorcón, desde la nacional V (carretera de Extremadura), a la derecha de la autopista, tomada ésta en dirección a Madrid.

El descampado es utilizado con frecuencia por los vecinos para lavar sus propios coches, por haber un pequeño arroyo de agua en el mismo. Fue precisamente un matrimonio que había acudido a lavar su vehículo quien encontró el cadáver de la niña y dió aviso a la policía. El cuerpo de la niña, vestida por completo se divisaba en el fondo del arroyo.

Por las declaraciones de los dos detenidos se ha podido saber que la niña murió por asfixia, menos de una hora después de ser secuestrada.

Con los datos de que se dispone, la reconstrucción de los hechos es la siguiente: Inmaculada Fernández Romero, de tres años de edad, se dirigía, en la tarde del jueves, en compañía de un niño de once años, llamado Sebastián, amigo de los hermanos de Inmaculada, a comprar caramelos a una tienda cercana. En ese momento, cuatro jóvenes, dos de ellos, los detenidos, se apoderaron de la niña huyeron por las calles de Alcorcón.

Posteriormente se dirigieron a una zona conocida como los Siete Puentes, muy próxima al lugar donde fue encontrado el cadáver. Según declararon los detenidos, como la niña lloraba, la amordazaron con ropa, siendo este hecho la causa de la muerte de la niña, sobrevenida por asfixia.

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Los dos detenidos manifestaron que pretendían cobrar un rescate de 50.000 pesetas, para lo cual habían proyectado hacer llegar al padre de la niña un mensaje realizado con recortes de titulares de periódicos. Tras el hallazgo del cadáver, éste fue trasladado al Instituto Anatómico Forense, por orden del juez competente. Allí se le practicó la autopsia. Hoy, domingo, será trasladado a Alcorcón, donde será inhumado en el cementerio de la localidad.

La noticia se conoció en Alcorcón en la noche del jueves y primeras horas del viernes y produjo una gran excitación en el vecindario, toda vez que hace unos meses ocurrió un caso similar con un niño de pocos años, si bien en ese caso el pequeño fue rescatado con vida. En un principio se llegó a creer que los secuestradores podían haber sido los integrantes de la banda de El Longo, un joven de dieciséis anos que, con sus compañeros, tiene atemorizada a parte de la población. Por ello, en la tarde y noche del viernes se organizaron partidas de vecinos que, en colaboración con la policía, buscaron infructuosamente a la niña. Se sabe que El Longo está huido de su domicilio en Alcorcón.

En la tarde del viernes, a última hora, se produjo una manifestación espontánea, en la que participaron varios centenares de vecinos, pidiendo mayor vigilancia policial para Alcorcón. Los vecinos cortaron el tráfico de la carretera nacional y apedrearon algunos vehículos, siendo disueltos por la policía. Se produjeron varios heridos.

Tras conocerse la noticia de la muerte de la niña, numerosos vecinos desfilaron por el domicilio de los padres de aquélla, situado en la calle Princesa, 21, de Alcorcón.

Toda la jornada del sábado se vivió en el pueblo en medio de una gran tensión, que culminó con una manifestación de los vecinos, encabezada por el alcalde del pueblo, demás integrantes de la Corporación municipal, representantes de partidos políticos y movimientos ciudadanos, que discurrió por calles colindantes con el Ayuntamiento. En la manifestación, silenciosa, participaron 15.000 vecinos, según la Policía Municipal.

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