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Fracaso de las empresas sovieticas en la comercialización de los símbolos olímpicos

A dos centenares de empresas soviéticas les ha sido cancelado el derecho a la fabricación de souvenirs para los Juegos Olímpicos, como consecuencia de no haber cumplido los planes previstos o ser de baja calidad los artículos elaborados. El encargado del departamento económico del Comité Olímpico soviético, L. Lekney, ha denunciado las irregularidades detectadas en este concreto sector del mercado.Los quioscos de regalos. y las tiendas moscovitas ofrecen pocos artículos que interesen a quienes desean tener, desde ahora, un recuerdo de los próximos Juegos Olímpicos. Pañuelos y corbatas son de pésimo gusto en su diseño, bolígrafos y ceniceros de baja calidad, llaveros de plástico cuya duración, según hemos comprobado, es efímera, y poco más se ofrece a través de los escaparates.

Los huéspedes que llegan a la URSS y desean conocer el alto nivel del arte aplicado a la originalidad del pueblo soviético, se llevan una decepción, si desean comprar los recuerdos olímpicos que hasta ahora se han puesto a su disposición. En las tiendas especializadas no hay objetos de buen gusto. Si, a pesar de todo, uno está dispuesto a llevarse «lo que sea», posiblemente no lo encuentra en los lugares más comunes o tradicionales de Moscú, como son las tiendas del Estado, almacenes Gum o Viesna. «La mercancía no alcanza, pues la demanda se aumenta sistemáticamente», nos ha señalado un dependiente.

Los inspectores estatales, después de examinar la calidad de los objetos con símbolos olímpicos, han pasado sus informes, en gran parte negativos, que el comité organizador no ha dudado en divulgar, y ha sacado a la palestra los nombres de las empresas que han incumplido sus compromisos.

Además de acusarse a los diseñadores de falta de originalidad para ofrecer recuerdos en los que se reflejen los alcances logrados en el país en la ciencia, técnica, cultura y deporte, se señala, el rechazo, por parte de los compradores, ante prendas tradicionalmente atrayentes y de fácil consumo, como son los trajes deportivos, pero cuya calidad es comparada estos días en cualquier calle de Moscú o a través de la televisión con la que llevan los deportistas extranjeros que han venido a la Spartakiada, y, lógicamente, reciben el rechazo de quienes, cada vez más, desean un mínimo de comodidad y de calidad.

El osito Misha, fue reproducido el año pasado en treinta tipos diferentes de distintos materiales, en cantidad insuficiente: 87.000 muñecos. En los meses que faltan hasta el comienzo de los Juegos Olímpicos es necesario asegurar una producción del oso, fabricado en porcelana, en no menos de dos millones y medio de piezas; el de peluche, más de 800.000 unidades, y un millón y medio de otros materiales. Difícil parece alcanzar estas cifras.

Récord mundial de halterofilia en la Spartakiada

Sergei Arakelov, de veintidós años, estableció un nuevo récord mundial de halterofilia, al levantar 185,5 kilos, en la categoría de hasta 110 kilos. Su nueva marca supera en medio kilo a la anterior. que estaba en posesión del búlgaro Valentín Christov.

Los equipos de Moscú y Georgia disputarán el próximo domingo, tras la ceremonia de clausura de la Spartakiada, la final del campeonato de fútbol de los Juegos. En semifinales Georgia derrotó a Leningrado por cuatro a dos, y Moscú a Ucrania por dos a cero. Por lo que respecta al boxeo, finalizaron también todos los combates. Siete púgiles de la Unión Soviética obtuvieron medalla de oro, así como dos de Cuba, un mexicano y un filandés.

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