Repetida desconexión policial
El serio disgusto que las autoridades policiales manifestaron ayer por la rápida filtración de la detención de dos miembros de los GRAPO en Madrid y la afirmación del jefe superior de Policía, Francisco de Asís Pastor, en el sentido que si procedía de algún miembro de la policía «es un traidor», actualiza la desconexión y aun la rivalidad existente entre distintos grupos policiales.Juan Carlos Delgado de Codes, dirigente de los GRAPO muerto el 20 de abril en Madrid, era seguido por hombres de la brigada del señor Pastor, mientras que fueron miembros de la Brigada de Información, que dirigía el comisario Conesal quienes le tendieron una celada que aQabó con su vida en la plaza madrileña de Lavapíés.
Esta información, no desmentida (véase EL PAIS, 29 de abril), tiene antecedentes igualmente importantes: tampoco se ha desmentido oficialmente (véase EL PAIS, 4 de noviembre de 1977) que el activista de ultraderecha Angel Sierra fue detenido en su domicilio de Madrid por miembros de la Jefatura Superior, mientras que su busca y captura había sido interesada meses antes por el Juzgado de Instrucción número 15 y en ese intervalo fue visto con miembros de la brigada que entonces dirigía el señor Conesa.
Según fuentes de la propia policía (véase EL PAIS, 29 de abril), cuando el magistrado Cruz Cuenca llamó al comis 10 Conesa para pedirle proteccion, éste trasladó el encargo a otra brigada y el servicio de vigilancia no se montó. El magistrado fue asesinado a la puerta de su domicilio por un supuesto comando de los GRAPO.
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