Barrocos e ilustrados
Nada más chuparnos el primer anís escarchado, Tierno me dice este párrafo, a meditar:-Mire usted, Umbral, la política barroca es una política de hombres, y la política ilustrada es una política de ideas.
Luego, cuando él se va a sus consistorios -«Hay que llevar las cosas hilo a hilo»-, me quedo desarrollando la idea, como un tema de redacción. Barroco fue Quevedo, no sólo como escritor, pero como político. ¿Es barroco Ricardo de la Cierva, que también hace una política de hombres, un antropolitiqueo? Ricardo de la Cierva no es ni siquiera pomporé.
Lo que le pasa es que, desde sus prisiones interiores y sus expectativas exteriores, no es capaz de comprender a un hombre libre, a un escritor independiente, o sea yo. Necesitaba hacer una ficha de todo para ordenarlo (que es todo lo contrario de entenderlo), y uno, naturalmente, no cabe en una ficha.
¿Es Suárez un político barroco? Ese sí, y puede decirse ahora, en su victoria ante / frente / contra / con los vascos. Mientras todos los cultos del país especulaban sobre Fueros con su pluma de ave del paraíso, Suárez hacia política barroca, de hombre a hombre, David cheli frente al colosal Urtain abertzale.
Yo ya sé que Tierno, alcalde y maestro, prefiere la política ilustrada, la política de ideas, y, si es posible, de Ideas, con una mayúscula alta como una farola municipal. Digamos, esquematizando, que la derecha suele hacer una política barroca, cacique, aquí en España, sobre un fondo de Torres Villarroel y Berruguete, y la izquierda utópica preferiría una política de ideas y convicciones. Pero la Historia nunca es esquemática, Carrillo es un político barroco, por español madriles más que nada, siempre entre la voluta rizada del humo del cigarro, y así ha inventado el eurobarroquismo, que es una barroquización humanista del comunismo, con copas a las tantas en casa de Tamames.
De momento, como aquí a nadie se le ocurre nada, ni por la izquierda ni por la derecha, estamos en pleno barroquismo ni siquiera ilustrado. La República y la Monarquía, que es lo más que inventa el personal, ya están inventadas. El tercer invento es la somodictadura, pero matamos al difunto de muerte natural y todavía estamos volviendo del entierro o de los toros (es el mismo camino) de ver a Blas de Otero, a Blas Piñar o a algún otro Blas / límite de España.
La República está prohibida bajo la multa de cinco pesetas, como la blasfemia, y la Monarquía ya la tenemos. ¿Qué le queda a Suárez, entonces, sino ser un político barroco, un muñequero como Berrugete, que ha tallado adanes y evas abertzales en el árbol de Guernica? Hace unas semanas contaba yo aquí cómo, tras hacer el recuento de presidenciables (se nos pasó la Cieva), mirábamos, camino de la sierra, con alivio, la lucecita de la Moncloa. El barroco de Cebreros estaba barroquizando un Estatuto.
¿Y Felipe González? Debiera ser un político ilustrado, heredarse de Fourier y de la Enciclopedia (me ha escrito un socialista histórico invocando a Llopis y clamando), pero su cuenta atrás, de momento, se ha quedado en el marxista siglo XIX. Si Bustelo no le sujeta un poco la mano, quizá borre a Voltaire y Diderot. Hay una general renuncia a las ideas (que no se cotizan en Bolsa) en la izquierda / derecha, una política de gestos, de actitudes, de hombres, de exterioridades (tan favorecida por la teletonta, que sólo emite imágenes y Estesos, jamás un concepto, excepto el mapa del tiempo, claro).
Ilustrados apenas hay en nuestra gran república monárquica. Tierno, además de nuestro alcalde, es nuestro siglo XVIII. Sólo por eso debieran escucharle los cronistas municipales, aunque no les dé anís escarchado, como a mí. Terrorismo barroco, hoy en España, frente al proyecto ilustrado de unos cuantos. Barroquismo de sangre frente a letra de imprenta, como siempre. Al barroco ilustrado que uno es, entreverado, sólo le queda la esperanza, el anís y la duda.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.
Archivado En
Últimas noticias
Festival Luces de Invierno: qué actividades se esperan y horario de los conciertos en el Zócalo de Ciudad de México
Las nuevas imágenes de Epstein publicadas por el Departamento de Justicia de Estados Unidos
Seis playas en México en donde no es seguro nadar en las vacaciones de invierno, alertan Semarnat y Cofepris
Un Barcelona de récord y líder gana al Baskonia un partido para la historia: 134-124
Lo más visto
- El Supremo condena a ‘Okdiario’ y a Eduardo Inda por intromisión en el honor de Iglesias al acusarle de cobrar de Venezuela
- Los pagos del Gobierno de Ayuso a Quirón engordan con facturas de hace una década y sin pagar desde tiempos de Cifuentes
- Más de 40 congresistas demócratas piden por carta a Trump que cese en sus “intentos de socavar la democracia en Brasil”
- La princesa Leonor realiza su primer vuelo en solitario como parte de su formación en el Ejército del Aire
- Última hora de la actualidad política, en directo | Gallardo: “Guardiola no quiso ir al debate ayer porque no podía hablar bien de lo que ha hecho a lo largo de estos dos años y medio”




























































