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PSOE y PCE aplauden la posición constructiva de UCD en la Diputación

El pleno celebrado ayer en la Diputación Provincial no confirmó las previsiones de tormenta que se cernían sobre él, vista la postura intransigente mantenida por los ucedistas en la comisión de gobierno preparatoria. Al contrario, el concejal centrista Juan Manuel de Santos, que ayer actuó prácticamente como portavoz de su grupo, hizo una fuerte crítica al tema debatido, la aplicación de los presupuestos del actual semestre, pero al mismo tiempo anunció el voto favorable de UCD («nuestra posición será de colaboración en los temas importantes») y justificó a comunistas y socialistas, reconociendo que no habían dispuesto de demasiado tiempo.

El pleno debía tratar la nueva orientación económico-política de las actividades de la Diputación, El presidente de la comisión de Hacienda, señor Borrell, socialista, expuso que la capacidad de maniobra para cambiar el orden de prioridades en cuanto a la prestación de servicios ha sido muy limitada, puesto que sólo dos partidas del presupuesto eran susceptibles de modificaciones. Anunció la tendencia a disminuir el porcentaje de inversiones en sanidad y asistencia social (Carlos Revilla diría más tarde que hay que negociar de nuevo los convenios con la Seguridad Social para que sean menos onerosos para la Diputación) y el aumento de inversiones que generen riqueza y puestos de trabajo e impulsen una infraestructura básica cultural. Mencionó asimismo el superávit de la anterior Diputación, que alcanza casi los 1.500 millones de pesetas, y expuso la intención de que a partir de ahora no existan fondos públicos ociosos, que podrían haberse empleado en multitud de obras sociales.El ucedista Juan Manuel de Santos replicó al señor Borrell en el sentido de que la aplicación de los presupuestos deja traslucir graves errores de decisión, por cuanto una parte importante se destina a gastos consuntivos y no a inversiones generadoras de mayor y posterior rendimiento. El señor De Santos, en una intervención enérgica, respetuosa y equilibrada, anunció la postura de su grupo de no poner dificultades a la aprobación de los presupuestos (era necesaria la mayoría legal de dos tercios de los votos favorables), «porque UCD considera necesario consolidar la democracia, y eso lo haremos sin recurrir a pactos ni obtener puestos ni cargos a cambio, ya que nuestro único pacto es con la democracia y la provincia de Madrid». A pesar de la crítica expuesta, el ucedista felicitó al señor Borrell por su trabajo, reconoció que no había habido demasiado tiempo para hacerlo, alabó públicamente a socialistas y comunistas por incluir en los presupuestos una partida dedicada expresamente al fomento cultural y, aunque en este caso, como en el de sanidad, no se había presentado un programa más detallado de actuación, expresó el voto de confianza de UCD hacia socialistas y comunistas para subsanar estas carencias.

Los señores Borrell y Larroque, este último vicepresidente, rebatieron las tesis del anterior y argumentaron que los presupuestos no eran los que hubieran querido hacer: «Este año se está trabajando con los prorrogados del año anterior y muchas de las partidas son inamovibles, por lo que el cambio, que sí existe, no ha podido ser lo profundo que hubiéramos deseado.» El señor Larroque felicitó a los miembros de UCD por su posición responsable y constructiva.

En una nueva intervención, el señor Santos dijo que no habría cambio en la actitud de su grupo que nunca había sido obstruccionista en aquellos temas importantes para la Corporación, aunque se reservó el lógico derecho a plantear las críticas que estimaran convenientes.

En una rueda de prensa celebrada a continuación, Carlos Revilla mostró su esperanza por las nuevas expectativas de un funcionamiento en colaboración entre los distintos grupos políticos y expuso que hasta poco antes de comenzar el pleno estaba preocupado porque en la comisión de gobierno preparatoria los ucedistas habían hilvanado una larga serie de noes a todos los puntos.

Es de resaltar que Enrique Sánchez no asistió al pleno y que Enrique Castellanos, el portavoz oficial de UCD, no abrió la boca en toda la sesión. Los dos protagonizaron días antes la oposición a los presupuestos en la comisión de gobierno y su silencio se contempla como resultado de una posible sugerencia que les hubiera llegado de más altas instancias del partido del Gobierno.

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