Incidentes en la jornada de huelga contra la mecanización del campo

Varios trabajadores heridos y seis detenidos es el balance de los incidentes registrados ayer en algunos pueblos de las provincias de Sevilla y Cádiz con motivo de la jornada de huelga convocada por el Sindicato de Obreros del Campo (SOC) para protestar por la utilización de maquinaria agrícola en el cultivo de la remolacha.

Según fuentes del SOC, la huelga fue casi total entre los remolacheros de Puerto Serrano, Villamartín, Espera, Bornos, Algar, Lebrija, El Cuervo, Sanlúcar y otras poblaciones menores. En Arcos de la Frontera se produjo un encierro de trabajadores en una iglesia, mientras que en otras localidades se realizaron paros de solidaridad en los sectores de la vid y construcción. En Lebrija cerraron los comercios, durante una hora.El incidente más grave tuvo lugar en El Cuervo (Sevilla), al disolver la Guardia Civil una concentración de jornaleros que habían mantenido interrumpido durante media hora el tráfico en la carretera general Madrid-Cádiz. En el enfrentamiento hubo varios heridos, ninguno de ellos de gravedad, y se registraron cuatro detenciones. Previamente habían sido también detenidos los concejales del Ayuntamiento de Lebrija Juan Marrufo y José Joaquín Ruiz, ambos militantes del PTE, acusados de coacción, por haber tratado de paralizar las máquinas en una finca de El Cuervo.

Francisco Casero, secretario general del SOC, informó a EL PAIS que hoy se ha convocado huelga general en la zona para tratar de conseguir la libertad de los seis detenidos. El señor Casero precisó que su organización no está contra el uso de maquinaria en el campo en sí mismo, pero que es necesario negociar su empleo para no provocar un aumento del paro agrario en la región.

En el mismo sentido se han manifestado un grupo de alcaldes y concejales de esta comarca, quienes piden que la Administración restrinja la utilización de maquinaria «hasta tanto no estén creados los puestos de trabajo que absorban la mano de obra excedente». Las autoridades locales se muestran plenamente de acuerdo con el progreso y la modernización del campo, «pero no a costa de dejar en paro forzoso a miles de familias».