Sorpresa en medios laborales ante la suspensión de pagos de Naviera Aznar
La suspensión de pagos presentada por la Naviera Aznar ha sorprendido más a los trabajadores de la empresa que a los medios financieros. Entre estos últimos era conocida desde hace meses la difícil situación de una empresa que cerró el ejercicio de 1978 con unas pérdidas superiores a los trescientos millones de pesetas. Por el contrario, miembros del comité de empresa han expresado su indignación por no haber sido informados previamente de una medida que, sin duda, se preparaba desde hace meses y que, desde luego, no esperaban. Fuentes laborales informaron al respecto que el convenio, negociado durante las últimas semanas, había sido firmado el pasado viernes y que en él se inclula una cláusula que obligaba a la dirección a informar periódicamente a los trabajadores sobre la marcha financiera de la empresa.La memoria presentada ante la junta anual de accionistas, celebrada hace tres semanas, cifraba el pasivo en 2.945 millones de pesetas, frente a un activo de 4.273 millones. Sin embargo, la documentacíón presentada ante el Juzgado de primera instancia de Bilbao cifra el pasivo en 4.895 millones de pesetas.
La flota de Aznar está compuesta por cuatro bulk-carriers de unas 27.000 tm, tres ro-ro de 2.000 a 3.000 tm y, al menos hasta fecha reciente, dos madereros de 7.500 tm. Sin embargo, ayer mismo fue entregado a un comprador alemán uno de estos dos buques, al Monte Ayala, mientras que su gemelo, el Monte Abril, actualmente de regreso de Lagos hacia Bilbao, está también en venta. Los bulk-carriers se dedican fundamentalmente al transporte de cereales de Argentina. USA y Canadá a Europa, mientras que los dos madereros hacían la ruta de Africa llevando carga general y volviendo con madera. Los tres buques más pequeños están anclados en el puerto de Bilbao y, según algunos rumores, se encuentran también en venta.
La plantilla de Aznar está compuesta por 528 tripulantes y un centenar aproximado de empleados administrativos. Entre el medio millar de personal embarcado se incluyen las tripulaciones del Monte Toledo y Monte Granada, vendidos hace algún tiempo y que actualmente navegan bajo bandera Libia.
Durante la negociación del convenio, firmado el día 13, los trabajadores pidieron a la dirección explicaciones sobre la venta del Monte Ayala, dado que consideraban que era uno de los barcos más rentables de la compañía. La dirección respondió, según fuentes del comité de empresa, argumentando la necesidad urgente de satisfacer la deuda contraída con Astilleros Juliana, de Gijón, como condición para obtener los créditos necesarios para la construcción, por Astilleros Españoles, SA, de dos frigoríficos y dos bulk-carriers.
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