Lis Cellerland,
prostituta danesa de veintisiete años, desea agrupar a todas sus colegas de Dinamarca en un sindicato, a fin de intentar mejoras, incluso desde el punto de vista fiscal. La señorita Cellerland desea la abrogación del artículo 99 del Código Penal, el cual estipula que la prostitución no es una profesión legal. En el terreno fiscal, Lis Cellerland intenta obtener compensaciones por los «riesgos» que corren en su profesión. «Una vez sentí como unas manos se cerraban alrededor de mi cuello», ha dicho. En fin, ha declarado que el fisco debía conceder descuentos o subsidios para atender a gastos de compra de preservativos.
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