Regulado el transporte de mercancías peligrosas
En el nuevo Reglamento Nacional de Transporte de Mercancías Peligrosas por Carretera (TPC) se enumeran las alrededor de quinientas mercancías peligrosas que circulan por nuestro sistema de transporte y se dedica especial interés a la formación del conductor. El ministro de Transportes y Comunicaciones, en la presentación del mismo, calificó el reglamento como el «mayor esfuerzo humano y técnico para garantizar la seguridad».Salvador Sánchez Terán insistió en que todos los elementos que intervienen en el transporte de mercancías peligrosas «deben cumplir las normas con absoluto rigor». No obstante, señaló, «nadie puede ofrecer la garantía total de ausencia de accidentes».
El reglamento agrupa las quinientas mercancías peligrosas en ocho grandes grupos: explosivos; gases comprimidos, licuados o disueltos a presión; líquidos inflamables; sólidos inflamables y materias susceptibles de inflamación espontánea; materias comburentes y peróxidos orgánicos; tóxicas y repugnantes; radiactivas y corrosivas. Los avances más importantes se refieren a la construcción de cisternas que acojan las mercancías de la clase dos o gases comprimidos, licuados o disueltos a presión.
Se prevé en el reglamento la incorporación de un tacómetro -especie de caja negra- en los vehículos que transporten mercancías peligrosas. Dado el elevado costo del citado instrumento y la necesidad de su importación, el Ministerio ordenará el uso de unas libretas en las que el responsable del transporte apuntará en ruta todas las incidencias del viaje.
Uno de los capítulos más importantes del nuevo reglamento es el referido a la formación del conductor. En adelante, el conductor, además de poseer un permiso válido para conducir y tener un año, como mínimo, de experiencia, realizará un curso en el que se le instruirá sobre las reacciones químicas de los productos peligrosos que puede transportar al contacto con el agua, el fuego u otros agentes naturales. Asimismo, será capacitado para afrontar pequeños accidentes que se produzcan en ruta, realizar algunas reparaciones y utilizar con eficacia el extintor y las herramientas.
A los conductores de este tipo de mercancías se les prohíbe la ingerencia de alcohol durante el tiempo de conducción y se les obliga a tener un descanso ininterrumpido de doce horas diarias.
El Ministerio de Transportes señala una limitación de velocidad de cuarenta kilómetros a la hora cuando un transporte de mercancías peligrosas atraviese una vía urbana y obliga a utilizar las autopistas o vías de circunvalación.
Incide el nuevo reglamento en el control de carga y descarga de las mercancías y en las posibles sanciones por infracción de lo preceptuado, sanciones de cuantías que llegan hasta las 20.000 pesetas y de suspensión hasta de un año de la autorización de transporte.
Cuatro disposiciones transitorias regulan la revisión de las cisternas que actualmente circulan por las carreteras, así como las que se construyen en estos momentos, a las que se concede unos plazos de tiempo para introducir las modificaciones establecidas.
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