La polémica ideológica del PSOE encubre una lucha por el poder
La polémica ideológica del PSOE trata de encubrir una lucha por el poder, y en realidad es el caballo de Troya para alcanzar los puestos de dirección del partido, según afirmaciones realizadas por Gregorio Peces-Barba, secretario del Grupo parlamentario Socialista, en la sesión de debate interno celebrada anoche por la Federación Socialista Madrileña, que registró una asistencia inferior a la habitual, según las fuentes consultadas por EL PAIS.El conferenciante estimó estéril la discusión sobre Marx, y añadió que si el partido se encierra en sí mismo con un debate del socialismo por el socialismo, dentro de cinco años se habrá convertido en un grupo muy reducido. Aseguró que Felipe González no es responsable de la crisis actual; se refirió a la necesidad de distinguir las obras científicas de las meramente coyunturales en Marx y se manifestó convencido de que el socialismo es la fuerza que mejor puede llevar a cabo la trilogía utópica de la Revolución Francesa (libertad, igualdad, fraternidad).
Tras indicar que él no tendría tiempo de dedicarse intensamente a la actividad política -«por si alguien se acordara de mí para formar ejecutiva»- y pedir disculpas por haber llamado trotskistas a algunos compañeros marxistas, el conferenciante distinguió entre socialdemócratas y socialistas, en los siguientes términos: socialdemócratas son aquellos que «se quedan en los problemas concretos»; socialistas son los que añaden a ello la utopía y un horizonte de liberación.
Asimismo, criticó la consideración del marxismo como un método que permite cuantificar la realidad (expresión empleada por Enrique Tierno en una sesión anterior del debate), y atribuyó visiones positivistas de este tipo a concepciones propias del siglo XIX
Concepciones decimonónicas
En el coloquio posterior a la conferencia se produjo un enfrentamiento entre Gregorio Peces-Barba y Carlos Zayas. Este último felicitó a los moderados por su ambigüedad (el ponente había dicho al principio de su intervención que no le importaba ser considerado como moderado) y aseguró que, en su calidad de socialdemócrata, no aceptaba la descripción hecha por Peces-Barba. Asimismo le acusó de tener parte de culpa en la falla de democracia interna del partido y aseguró que la mayoría de los parlamentarios del PSOE no participan en la adopción de decisiones e incluso se produce un «secuestro de información» porque la dirección piensa que la información es poder.Gregorio Peces-Barba contestó al ataque replicando. a su vez. que Carlos Zayas no se había prodigado mucho en tareas parlamentarías e hizo diversas insinuaciones sobre la mayor dedicación de este último a revitas y periódicos que al diario de sesiones de las Cortes. Hubo asimismo otras intervenciones en el debate, entre otras la de un persona que se preguntó por que tanta gente se empeña en decir que el marxismo no tiene importancia cuando el partido se encuentra en una crisis de estas característiícas.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.