El Banco Internacional de Comercio dobló el número de accionistas en 1978
El beneficio obtenido por el Banco Internacional de Comercio duiante el pasado ejercicio ascendió a 350 millones de pesetas. El número de accionistas de la entidad pasó de 3.228, en 1977, a 5.943, en el pasado año, lo que significa un incremento del 83,5 %, según los datos facil.itados en la memoria de la sociedad.Durante el pasado ejercicio la entidad efectuó dos ampliaciones de capital; la primera por impcnte de 164,1 millónes de pesetas, en la proporción de uno por cinco gratis y con cargo a la reserva por prima de emisión de acciones; la segunda fue de 281,4 millones, en la proporción de dos por siete, al tipo de la par y con el 50% gratis con cargo a la citada reserva. El dividendo total líquido cobrado por los, accionistas fue el máximo legal perrnitido y ascendió a 142,7 mille nes.
El Banco Internacional de Coniercio ha destinado 272 millones de pesetas al Fondo para Créditos de Dudoso Cobro, con lo que la suma total asciende a quinientos millones de pesetas.
Durante la junta general, el presidente de la entidad, Fernández Araoz, informó que el Saudesbank, en el que participa el Banco Internacional de Comercio con un 5% del capital (175 millones de pesetas de los 3.500), comenzará a operar a finales del presente año. El banco, dijo, está constituído y se encuentra en la actualidad en proceso de elegir a su equipo directivo.
Los recursos ajenos del banco al cierre del ejercicio eran 27.500 millones de pesetas, con aumento del 26% en el año. Al cerrar abril se situaban en 29.000 millones.
El Condal no reparte dividendo
El Banco Condal no distribuirá parte de sus beneficios entre los accionistas, a pesar de que el saldo positivo de la entidad en 1978 rebasó los cien millones de pesetas, según se acordó ayer en la junta general celebrada en Barcelona.
El Condal -del Grupo Rumasa- tuvo unos ingresos de 4.216 millones de pesetas, con una generación de valor añadido de 1.098 millones. Según el informe presentado en el consejo, la política bancaria desarrollada durante 1978 se encaminó a proseguir en la línea de progresivo afianzamiento de los riesgos y amortización de activos.
