Laker anuncia planes para volar a siete ciudades españolas
Laker Airlines, la compañía aérea británica que introdujo el concepto del «tren aéreo» entre Londres y Nueva York con tarifas inferiores a las normales, ha anunciado en Londres su intención de extender sus rutas a 35 ciudades europeas, incluidas siete españolas. El propietario de la línea aérea, Sir Freedie Laker, solicitó de la autoridad británica de Aviación Civil permiso para abrir estas rutas y se espera que adopte una decisión similar con las autoridades de cada país.Si Laker obtiene permiso de las autoridades civiles europeas, medios aeronáuticos predicen una auténtica guerra de tarifas con las compañías de la IATA. Aunque Laker no hizo público las tarifas que piensa establecer, se da por seguro que no llegarán ni a la mitad de las actuales.
Laker Service saltó a la fama mundial hace más de tres años cuando estableció una ruta entre Londres y Nueva York, que llamó «tren aéreo», por la mitad del precio normal. La única condición de sus servicios es que cada pasajero, que no disfruta del derecho de reserva, paga su billete en el momento, o pocas horas antes de subir al avión. En estos momentos, la tarifa Nueva York-Londres, en una sola ruta, asciende a poco menos de 7.000 pesetas.
Laker Service piensa utilizar en sus 35 rutas europeas los diez aparatos Airbus 300 que contrató el pasado abril a un precio de casi quinientos millones de dólares. En la actualidad, Laker tiene en servicio seis DC-10 y en las pasadas semanas estuvo perdiendo 700.000 dólares diarios como consecuencia de la decisión de la FAA norteamericana de prohibir los vuelos de los DC-10.
Las rutas que Laker piensa establecer en España van dirigidas, desde Londres, Manchester y Glasgow a los aeropuertos de Madrid, Barcelona, Málaga, Palma, Ibiza, Las Palmas y Tenerife.
En medios financieros de Londres se predice una larga batalla legal antes de que Laker consiga las licencias gubernamentales necesarias para operar las nuevas rutas. En este sentido, cabe recordar la que mantuvo la compañía en Estados Unidos para poder aterrizar en Nueva York, que duró más de dos años.
Los costes de operación de las aerolíneas han aumentado considerablemente desde la crisis energética de 1973.
