Descarrila a un kilómetro de la estación un tren cargado de combustible

Un tren de mercancías, que transportaba setecientas toneladas de gas-oil y gasolina, descarriló ayer a un kilómetro de la estación de León, incendiándose cuatro de las once unidades-cisternas que arrastraba, cada una de las cuales contenía 72.000 litros de combustible. El accidente tuvo lugar a las seis menos cuarto de la madrugada de ayer, por causas que se desconocen, cuando el tren se disponía a entrar en la estación de León, procedente de Gijón.

No se registraron desgracias personales, aunque hubieron de ser desalojadas las viviendas de una veintena de familias próximas al lugar, ante el temor de que el fuego pudiera alcanzar a alguno de los edificios. El incendio pudo ser dominado dos horas después, con la intervención del servicio de bomberos de la base aérea y Ayuntamiento de León, junto con efectivos de la Guardia Civil y Policía Nacional. La vía férrea de León a Gijón continuaba cortada a las seis de la tarde, lo que obligó a realizar el traslado de viajeros por carretera, esperándose que las reparaciones finalizaran pocas horas después.Según fuentes oficiales, un, «tractor» de la Renfe pudo remolcar hasta León la máquina del tren, junto con las cinco unidades de cabeza, en tanto que las últimas cisternas fueron a su vez arrastradas fuera del lugar mediante una grúa, aislando así las cuatro unidades incendiadas, impidiendo que el siniestro alcanzara mayores dimensiones. Por su parte, un portavoz del parque de bomberos manifestó que, de haber ocurrido en zona urbana, el descarrilamiento de las cuatro unidades cisternas habría provocado una auténtica catástrofe.

Se da la circunstancia de que el lugar del accidente está ocupado por numerosas huertas, cuyo terreno «absorbió» la mayor parte del combustible derramado por las cisternas, evitando así que casi un cuarto de millón de litros de gasolina y gas-oil se filtraran hacia las áreas habitadas más próximas. Del mismo modo, los servicios de extinción de incendios pudieron disponer de agua abundante en los pozos agrícolas de la zona, sin necesidad de realizar grandes desplazamientos. Todo el arbolado y materiales existentes en un radio de setenta metros fue pasto de las llamas, según las mismas fuentes, impidiendo que los bomberos pudieran aproximarse a las unidades siniestradas durante bastante tiempo. La vía quedó completamente destrozada, y el calor del incendio fundió los cables y soportes del tendido eléctrico.

El tren siniestrado realiza diariamente el recorrido Gijón-León para abastecer de combustible a la provincia, a excepción de la zona de Ponferrada, que lo recibe directamente de La Coruña. Según un portavoz de Renfe, el transporte por ferrocarril de este tipo de mercancías cumple todos los requisitos legales en cuanto a normas de seguridad, y circula a velocidades mucho más reducidas que el resto de los trenes.