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Nueva oleada de atentados corsos en Francia

Una veintena de atentados, en París y en Córcega, a primeras horas de ayer, sábado, volvieron a alertar a la opinión francesa sobre el contencioso regional. Los de la capital fueron reivindicados inmediatamente por el Frente de Liberación Nacional de Córcega (FLNC), pero anoche aún no se habían manifestado los autores de las dieciséis explosiones perpetradas en «la isla de la belleza», aunque se les supone la misma identidad.

Esta nueva ofensiva de los independentistas corsos, tras su conferencia de prensa clandestina en París, a principios de la semana en curso, coincide con el proceso de los veintiún nacionalistas, presuntos miembros del FLNC, que se desarrolla en el Tribunal de Seguridad del Estado, en la capital francesa.De los tres atentados de París, dos de ellos, gracias a llamadas telefónicas anónimas, no se consumaron. La policía pudo desactivar las cargas a tiempo. El tercero causó desperfectos considerables en un anexo de la Prefectura de Policía. En París, como en Córcega, no hubo víctimas, lo que responde a la estrategia que definieron en su conferencia clandestina los portavoces del FLNC, fundada en evitar muertes.

La mayor parte de las cargas que explosionaron en Córcega (cuatro en la ciudad de Corte y seis en Ajaccio) también iban dirigidas contra edificios y locales de la Administración, policial o civil. El FLNC reivindicó igualmente un atentado contra una empresa privada de la ciudad de Caen.

Las acciones repetidas de los últimos días, por parte de los clandestinos independentistas del FLNC, se asimilan al proceso de los veintiún nacionalistas corsos, que, hasta la fecha, apenas ha avanzado porque los procesados se niegan a comparecer esposados ante el Tribunal de Seguridad del Estado. Ayer, uno de los presuntos miembros del FLNC, dijo ante los jueces que durante el proceso él y sus compañeros hablarían en francés, y no en corso, por una sola razón: para que los periodistas franceses e internacionales «puedan comprender nuestro mensaje».

El juicio, en efecto, constituirá un alegato político de su lucha: «Hemos estimado útil», dijo el procesado, «aprovechar esta tribuna excepcional que nos permitirá denunciar ante la opinión internacional la obra ilegítima y maléfica del Colonialismo francés en Córcega.» De entrada, afirmó que todos los militantes que se presentan ante este tribunal de excepción asumen la responsabilidad política y militar de las acciones.

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