Hassan II: "Desaconsejo a España cualquier intento de mediación en el Sahara"

«Desaconsejo enfáticamente a España cualquier intento de mediación en el conflicto del Sahara», declaró ayer el rey Hassan II en respuesta a una pregunta de EL PAIS, «porque todo mediador, por mucha que sea su habilidad, siem pre termina enredado y deja plumas en la mediación».En una breve conversación de quince minutos sostenida con los informadores españoles en el aeropuerto de Fez, poco antes de la partida del rey Juan Carlos, el soberano marroquí dijo que no existe ninguna necesidad de añadir a los problemas ya existentes la dificultad adicional de una mediación española.

«Personalmente», añadió el monarca, «desearía que España no mediara nunca en el problema del Sahara, porque eso facilitaría nuestra cooperación y nuestro en tendimiento. Manteniéndose lo más lejos posible de este conflicto, España evitará todas las consecuencias nefastas que éste puede tener sobre nuestra cohabitación.»

El rey de Marruecos dijo a la prensa española que con el viaje del rey Juan Carlos a su país las relaciones entre. España y Marruecos adquirirán otro volumen y otra dimensíón. aunque el camino a recorrer será largo y difícil. Hassan II declaró que Marruecos tiene mucho interés en la construcción de un túnel bajo el estrecho de Gibraltar. Y que su realización significaría no sólo que España ha decidido darle un impulso a su vocación africana, sino que al mismo tiempo ha optado por la buena vía, ya que España y Marruecos son el puente entre Europa y Africa.

Alusión a Canarias

«Si en las próximas semanas nos tomarnos un interés adecuado, yo lo pienso así, y mi hermano, el rey Juan Carlos, lo cree también. los problemas pendientes entre España y Marruecos podrán ser solucionados pronto.»

Preguntado por la importancia que Marruecos concede a las Canarias, Hassan II dijo que por el momento las islas representan para Marruecos más problemas que ventajas. Esos problemas, principalmente el contrabando -porque las Canarias son zona-frarica-, podrían solucionarse dentro de un marco global de discusiones entre los dos Gobiernos.

«Sin embargo», añadió el soberano marroquí, «en el terreno humano -y esto no es un argumento separatista, precisó- ciertas poblaciones de las islas y ciertas poblaciones bereberes son casi hermanas. Nosotros desearíamos que dentro de los problemas globales que trataremos con España, quizá una decisión positiva, como sería la descentralización y la cooperación en el marco de la pesca en beneficio de Canarias, compensaría lo que las islas pueden perder por la eliminación del contrabando con nuestro país.»

El soberano marroquí expresó finalmente su deseo de que las relaciones hispano-marroquíes no estuvieran siempre basadas en los aspectos materiales -como pueden ser el acuerdo sobre la pesca, los fosfatos, la mano de obra-, sino extenderla para beneficiarnos de nuestra consanguinidad intelectual, por no decir la cooperación en el terreno de la investigación científica, el desarrollo de los intercambios culturales, Y. dentro de este último, por qué no, incluso en la creación de una Universidad hispano-marroquí, ya sea una en Madrid y otra en Tetuán o una en Sevilla y otra en Tetuán.

«Pienso», añadió Hassan II, «que hemos descuidado, demasiado los aspectos de nuestra cultura común, que constituyen justamente los lazos que no se romperán nunca. ni siquiera cuando los otros problemas estén bastante calientes». «Personalmente », concluyó el rey de Marruecos, «haré todo lo que pueda por estimular una acción inmediata en ese campo.»