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Crisis en las relaciones entre Estados Unidos e Israel

«Estados Unidos quiere imponernos un Estado palestino», declaró ayer el ministro de Agricultura y Colonización de Israel, Ariel Sharon. Se trata de una acusación grave y sin precedentes, que pone de manifiesto la crisis que se ha abierto en las relaciones americano-israelíes.

Aparentemente esta crisis gira en torno del status de Washington en la negociación sobre la autonomía de los territorios ocupados, en las que Tel Aviv quiere reducir el papel de Estados Unidos al mínimo. En realidad, la crisis procede del desacuerdo entre Washington y Tel Aviv sobre la política de colonización judía en los territorios ocupados.Este desacuerdo no es nuevo y ha existido siempre de forma más o menos abierta. Sin embargo, la decisión de Menahem Begin de implantar una colonia judía en Elon-Moreh, a menos de tres kilómetros de Nablus, principal ciudad palestina en la Cisjordania ocupada, en la misma semana en que se iniciaban las negociaciones, fue la chispa que hizo estallar el polvorín.

El presidente norteamericano Jimmy Carter ha informado al primer ministro israelí que la decisión adoptada en tales circunstancias no podía ser considerada más que como «una provocación para el mundo árabe, sobre todo para los jordanos y la población palestina de los territorios ocupados, presuntos partícipes en los debates sobre la autonomía».

Según Washington, esta provocación es contraria al espíritu de los acuerdos de Camp David y tiene el riesgo de comprometer seriamente las posibilidades de un compromiso egipcio-israelí sobre la autonomía.

Como respuesta, el primer ministro Begin ha hecho una alabanza al ministro Sharon, principal impulsor de la política de colonización en los territorios ocupados, y que fue el principal blanco de las censuras durante el borrascoso debate celebrado en el Parlamento dedicado a la colonia de Elon-Moreh. «Habrá muchas más colonias nuevas en Judea y Samaria», dijo Begín.

«Si Estados Unidos se opone con tal energía a la colonización judía en Judea y Samaria», dijo por su parte Ariel Sharon, «es porque saben que la llegada a estas zonas de 100.000 judíos -nosotros pretendemos establecernos allí durante los cinco años que dure el proceso de transición- hará imposible la creación de un Estado palestino»

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Los americanos están furiosos. «¿En base a qué lanzan ustedes estas acusaciones cuando saben de sobra que el presidente Carter se opone a la creación de un Estado palestino?» Esta fue la pregunta planteada por el jefe de la delegación norteamericana en las conversaciones sobre la autonomía. La respuesta de un ministro israelí fue tajante: «En base a datos suministrados por nuestros servicios de información.»

Tropas de la ONU en Líbano

Mientras tanto, el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas renovó por otros seis meses la presencia de las tropas de paz de la ONU en el sur de Líbano y pidió a Israel que cese inmediatamente sus ataques.La resolución fue aprobada por doce de los quince miembros del Consejo. La Unión Soviética y Checoslovaquia se abstuvieron y la República Popular China no participó.

Al aprobar la renovación del mandato de las tropas de paz, el consejo recalcó que éstas deben gozar de plena libertad de movimientos en la frontera libanesa.

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