El Plateado, la prueba de fuego de Petro

El Plateado se ha convertido en el peor dolor de cabeza del presidente Gustavo Petro. Le dicen el “pequeño Caguán” por el poder que tienen los grupos armados en su territorio y como recuerdo de la sede del fallido proceso de paz de Andrés Pastrana. Aunque no hubo un despeje como en el pasado, sí representa el fracaso de la paz total en el Cauca: allí está ubicado el frente Carlos Patiño de las disidencias de las extintas Farc, con quienes Petro comenzó a negociar en 2023 bajo la sombrilla del autodenominado Estado Mayor Central (EMC), comandado por alias Iván Mordisco.

‌En ese corregimiento del municipio de Argelia, ubicado en el cañón del Micay, fue donde la semana pasada integrantes de ese grupo lanzaron el último desafío al mandatario: durante tres días secuestraron a 29 miembros de la fuerza pública que hacían presencia institucional -ausente allí durante décadas. El desafío era también para el nuevo ministro de Defensa, Pedro Sánchez, el primer militar en dirigir esa cartera desde la Constitución de 1991. Para Petro, lo que ocurre allá es un asunto de “soberanía nacional” porque en el lugar lo que hay es una “mafia extranjera”.

‌Los 28 policías y un militar fueron liberados gracias a una delegación de organismos internacionales, la Iglesia Católica, la ONU y la Defensoría del Pueblo. Y este lunes fueron condecorados con la Medalla al Valor en la Casa de Nariño durante el consejo de ministros televisado de los lunes. El presidente destacó que durante la asonada ninguno de los policías atacó a la población civil que, dijo, está siendo instrumentalizada por ese grupo armado. Según el ministro de Defensa, el grupo armado difundió la noticia falsa de que harían erradicación forzada de cultivos de coca. “Si se ataca el campesinado -como algunas personas han pedido- se profundiza la guerra en Colombia. Si estos policías hubieran respondido o golpeado a los campesinos tendríamos muchos muertos y sería el final del Gobierno”.

‌El Plateado también ha mostrado una mutación en los planteamientos de Petro frente a la paz. Cuando comenzaron las negociaciones, esa disidencia que aglutinaba a varios frentes se presentaba con un hálito de grupo político. Pero las alertas sobre el narcotráfico de ese grupo saltaban permanentemente. Y al tiempo que se sentaban en la mesa con el Gobierno se enfrentaban al Ejército en el cañón del Micay, poniendo a la población civil en el medio.

‌Las declaraciones del presidente fueron subiendo de temperatura paulatinamente, aunque el cese al fuego seguía activo. En octubre de 2023, cuando presentó su política de drogas en el Tambo, Petro dijo: “los narcos no viven en el Valle del Micay, viven en Miami, Madrid o Bogotá. El narcotráfico no nació en la sangre colombiana”. Luego, cuando ese grupo lanzó una bomba contra una estación de policía que dejó siete policías heridos, ordenó al Ejército retomar El Plateado. “No nos podemos vestir de revolucionarios y ser traquetos en el alma”, dijo el presidente sobre ese grupo.

‌Los armados siguieron aterrorizando a la población hasta que en 2024 el presidente suspendió el cese al fuego y un mes después alias Mordisco abandonó las negociaciones de paz. La situación se agudizó para los pobladores y en octubre de 2024 el Gobierno ordenó operativos militares para retomar una vez más el control de la población. Incluso autorizó a bombardear los campamentos de ese grupo a pesar de su posición conocida de antes contra los bombardeos.

‌Al menos 1.500 militares ingresaron a El Plateado junto a altos funcionarios del gabinete, quienes llegaron con chalecos antibalas y se tomaron fotos para la ocasión. Eso, sin embargo, no significó la paz. Los disidentes comenzaron a usar drones con explosivos y mantuvieron la coacción a los pobladores como estrategia contra el Estado, lo que llevó a hechos como la asonada y retención de los policías de la semana pasada.

‌Ahora Petro no habla de disidentes, ni de guerrilleros en El Plateado, ni mencionó a Mordisco. “No son guerrilleros, son un ejército del narcotráfico”, dijo. “Son mafias extranjeras que no buscan revolución, sino que son carteles del narcotráfico”. Durante el consejo de ministros dijo también que El Plateado era conocido como una “bolsa de narcotráfico a nivel mundial”, una de las zonas cocaleras más grandes del mundo y la región donde funciona “una mafia suramericana con sede en Dubái” que lo quiere matar a él.

‌Este martes, el Gobierno oficializó una directriz para que ministerios y departamentos administrativos ejecuten, de forma urgente e inaplazable, las obras, proyectos y estrategias de intervención en El Plateado y el Cañón del Micay. Tras las fallidas tomas anteriores, espera que esta sea la retoma definitiva.

‌Pero en la noche, al cierre de este boletín, los disidentes siguieron su estela de muerte: atacaron con explosivos a una caravana del Ejército que iba a instalar un puente para la población de El Plateado. Según información preliminar, murieron 5 militares y otros 16 quedaron heridos.

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