Entre Shakira y la dura realidad
Pensaba escribir sobre la emoción que produce la cantante, sobre camuflarse en la guacherna, el propio espíritu del carnaval: disfrazarse para ser otro. Pero se atravesó Colombia
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Pensaba escribir sobre Shakira y la felicidad que produce verla emocionarse y emocionar a miles de personas en sus conciertos en Colombia, pero se atravesó la dura realidad, esta vez llamada Armando Benedetti. El político más consentido del presidente Gustavo Petro finalmente lo logró. El mandatario lo nombró ministro del Interior, en contra de su equipo más leal, de las críticas acérrimas de otros dirigentes de izquierda ―incluyendo los que renunciaron al Gabinete— y de sectores de mujeres que votaron por este Gobierno y se sienten defraudadas. Benedetti no solo está siendo investigado en varios procesos judiciales, incluyendo uno por el que fue llamado a juicio, sino que tiene una denuncia por violencia de género cuando era embajador y además ha protagonizado algunos de los principales escándalos del llamado gobierno del cambio, que prometía alejarse de las prácticas corruptas de otros gobiernos.
Pensaba escribir sobre Shakira y lo que significa que haya ido a la guacherna disfrazada como una parroquiana, de que es el propio espíritu del carnaval: camuflarse para ser otro, bailar en otro cuerpo. En su caso, obligando a sus caderas a mentir para no ser descubierta. Quería escribir también sobre lo que significa llevar a los hijos criados en otro país a vivir las tradiciones con las que uno crece para que no se olviden de esa partecita de la que vienen.
Pero en Colombia la realidad siempre se atraviesa. Esta vez con nombre de Álvaro Uribe, con forma de expresidente sentado en el banquillo de los acusados. Mientras una parte del país seguía en el paroxismo de “en Barranquilla se baila así”; una juez negaba una tutela radicada por la defensa del expresidente y le ordenaba reanudar el juicio. Las audiencias, seguidas por distintas plataformas, mostrarían las tensiones de un proceso que completa años y en el que se acusa a Uribe por manipulación y supuesto soborno de testigos y tendrían efectos también en las cárceles. Este martes se conoció una denuncia según la cual Juan Guillermo Monsalve, uno de los testigos más notorios contra el expresidente, fue golpeado en la prisión en la víspera de rendir su testimonio.
Quería escribir sobre Shakira y los conciertos que aún faltan (hoy miércoles y mañana jueves en Bogotá) y del que se canceló en Medellín y de repente nombraron a un militar en el Ministerio de Defensa, después de 34 años de ministros civiles. El presidente Petro, otra vez dando una sorpresa, designó al general Pedro Sánchez como nuevo ministro de la cartera de la seguridad en un contexto de crisis humanitaria y escalada violenta de grupos armados en el Catatumbo y otras regiones. Las críticas llovieron desde todas las direcciones.
Seguía con ganas de escribir sobre Shakira porque pocas veces un país se aglutina así en torno a una artista de acá (porque lo sigue siendo, aunque se le comparta al mundo) y baila a su ritmo a pleno, porque es bueno escribir sobre temas amables, pero el gabinete seguía cambiando con los minutos. Pensando en Shakira, pero aún a la espera de que se concrete si Susana Muhamad cambió solo de puesto en el gabinete y viendo mensajes de última hora para ver quién reemplazará al ministro de Minas a quien le aceptaron la renuncia, según se anunció por X, donde ahora se expresa “la realidad”.
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