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Crítica:
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

Los libros y TVE

El 30 de octubre de 1938 Orson Wells aterró a los norteamericanos con La guerra de los mundos, programa de radio inspirado en la obra de H. G. Wells. El escritor inglés protestó a la CBS por la peculiar utilización radiofónica de su obra, editada por primera vez en 1898. A los pocos días del programa de radio se vendían decenas de miles de ejemplares. Quedó entonces demostrado que la radio, y después el cine y la televisión, no eran competidores del libro, cuya lectura podía ser hurtada y sacrificada en beneficio del matatiempos y ocio pasivo que proporciona el electrodoméstico.Hoy se publican los libros antes de que se emitan los telefilmes de episodios en versiones filmadas con imagen real o dibujos animados. Se resucitan obras y autores olvidados, como Corazón y De los Apeninos a los Andes, de Edmundo d'Amicis, con Marco; las aventuras de Salgari, con Sandokán. Obras, autores y personajes que, de rebote, se comercializan y divulgan en subproductos que ya nada tienen que ver con la televisión, como botes de yogur, muñecos, camisetas o cromos. Las editoriales se apresuran a publicar las obras originales para que la venta en el mercado sea simultánea a la exhibición en la pequeña pantalla. La televisión se convierte así en propaganda indirecta que invita a la adquisición del libro, vehículo de cultura siempre a mano, por oposición a la fugacidad de las imágenes. La televisión contribuye, en fin, a revitalizar y divulgar los clásicos.

José María Otero, subdirector de TVE para la comercialización de programas, cita una larga serie de títulos que se emitieron por TVE y que promocionan el libro, en distintas medidas, como Cuentos y leyendas, Los libros o series que van desde La saga de los Rius hasta Cañas y barro; Escrito en América; El camino, de Delíbes; Fortunata y Jacinta, de Galdós, o proyectos como el Cervantes, de Eugenio Martín, y El Quijote, en dibujos animados de Romagosa y Cruz Delgado. TVE favorece, sin embargo, y por regla general, obras y autores extranjeros que convierte en best-sellers nacionales, como ha sucedido con Séptima avenida, Capitán es y reyes, Traficantes de dinero, QB VIIo Raíces, con cubiertas o sobrecubiertas especiales y la leyenda «un éxito de televisión» a «un éxito de TVE» (fórmula esta última que paga derechos a TVE, entre el 1,5 y el 3% sobre la venta, según los casos).

Hay programas que se convierten en libro, como La España de los Botejara, de Amestoy, o en fascículos, como Mundo submarino y otros que aparecen con oportunidad al mismo tiempo y apoyándose en televisión o en el autor del programa, como los Cuadernos o apuntes de campo de Félix Rodríguez de la Fuente, o el Automóvil , de Paco Costas, también en fascículos. Algunos programas de TVE prestan especial atención a los libros. Así Hora 15, Tiempo libre, La clave -que cierra sus emisiones con una sección de bibliografía y filmografía- y, sobre todo Encuentros con las letras e Imágenes, aunque sean programas minoritarios y especializados. La clausura de la Feria del Libro pone hoy en evidencia que, además de estos programas, se necesita alguno específico para el libro.

« TVE necesita en este sentido -dice el señor Otero- una política cultural, una programación con la participación de todos los sectores culturales y del mundo editorial para no caer en tentaciones de promociones mal programadas o de arribismos extraños.» El subdirector de TVE recuerda programas bibliográficos de otras televisiones, como el francés Apostrophe, con debates en torno al libro, capaces de vender en una semana 40.000 ejemplares de Proust, y otras fórmulas que transforman un libro en un espectáculo o programas realizados en colaboración con bibliotecas, editores y autores.

Según las encuestas que periódicamente publica el Instituto Nacional del Libro, los datos de venta de estos últimos meses indican que Yo, Claudio, de Robert Graves, ocupó el segundo lugar en el mes de enero; Raíces fue el más vendido en febrero, y Holocausto ya aparecía en marzo en el tercer lugar del ranking de ventas. Señalan otras fuentes que El bosque de Tallac y Erase una vez el hombre han sido los más vendidos de la literatura infantil. Según datos facilitados por la Gerencia de Publicidad de TVE, la inversión en publicidad de libros alcanzó en 1978 la cantidad de 567.691.078 millones de pesetas, casi el doble de lo facturado en 1977. Importe bruto, porque la publicidad de libros en TVE tiene precios especiales, sobre los que se aplica un descuento del 30% cuando el libro ha sido editado en España y que puede llegar al 50% cuando se trata de autores hispanoamericanos, portugueses y filipinos.

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