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La OPEP impidió que el tema de la energía figurara en el orden del día de la UNCTAD

El tema de la energía no logró figurar en el orden del día de la conferencia de la UNCTAD clausurada esta semana en Manila. Mediada la conferencia, el bloque occidental, encabezado por Estados Unidos, presionó sobre las delegaciones de los países en desarrollo para discutir en Manila los aumentos del precio del petróleo -incrementos provocados por los recientes acontecimientos de Irán, fundamentalmente- y las repercusiones que ello traería a la economía mundial.

El bloque de los países en desarrollo protestó ante las delegaciones de la OPEP por las recientes subidas de los crudos, pero negaron su apoyo a la propuesta norteamericana de incluir el tema energético en el orden del día de la conferencia porque «podría significar la división del grupo de los 77».Los países productores de petróleo, ante los deseos del bloque occidental, optaron por una postura moderada. Venezuela e Irak no rechazaron la propuesta norteamericana, pero sugirieron que el problema se trasladase a una próxima reunión de la UNCTAD por considerar que Manila no era el foro adecuado para discutir la cuestión. Los delegados de la OPEP modificaron su postura y la volvieron hostil hacia la discusión energética dos días después -27 de mayo-, cuando Estados Unidos presentó un informe en el que se consideraba que el alza de los precios del petróleo agravaría la situación de los países pobres, aumentando su déficit exterior a 40.000 millones de dólares, y los trece Estados miembros de la Organización de Países Exportadores de Petróleo aumeniarían sus superávit hasta 29.000 millones de dólares.

El informe norteamericano basa sus cálculos en la estimación «optimista» de que hasta finales del presente año los precios del petróleo de los países de la OPEP sufrirán un aumento adicional del 10 %. Supone que el aumento global de la producción será de 400.000 barriles diarios durante 1979, de los cuales sólo 240.000 barriles se destinarán a la exportación y el resto se dedicarán a consumo propio. Y prevé, por último, que la producción anual media será de tres millones de barriles diarios en Irán, 9.400.000 en Arabia Saudita, 2.900.000 en Irak y 2.700.000 en Kuwait.

El informe norteamericano, con estos datos previos, señala que los trece países de la OPEP registrarán un aumento de 34.000 millones de dólares en sus ingresos petroleros durante el presente año y un superávit de 29.000 millones de dólares en sus cuentas corrientes, cifra esta que equivale a una cantidad veinte veces superior a la registrada el pasado año.

El informe señala, para concluir, que la consolidación de la moneda norteamericana en los mercados de cambios mundiales redunda en beneficio de los productores de petróleo, al utilizarse el dólar como moneda de pago.

El documento prevé para los países pobres no productores de petróleo una grave escalada de los déficit en sus balanzas de pagos -de 28.000 a 40.000 millones de dólares-, un retroceso en su tasa de crecimiento y una aceleración de la inflación. América Latina, los países africanos al sur del Sahara y los Estados asiáticos serán los países más gravemente afectados.

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