En defensa de esta democracia
«Porque, de no producirse el golpe de Estado en el que sueñan los terroristas, vamos a pasar por duras pruebas constantes, provocaciones crecientes. La lucha contra el terrorismo va a asumirse cínicamente como una parte más del presupuesto general del Estado y como un riesgo histórico nuevo, como la contaminación atmosférica o los cancerígenos en las conservas. No hay salida inminente. La derecha tiene ante sí la alternativa entre golpe o democracia para conservar el sistema. La izquierda tiene ante sí el dilema entre lucha democrática o lucha armada para intentar transformarlo. ( ... )Si se produce el golpe de Estado, España va a quedar aislada del resto del mundo por un cordón sanitario. No habrá apoyo internacional al golpe, pero habrá comprensión. Cuando se haya limpiado a fondo el país de agentes subversivos -una variada gama que iría desde Tierno Galván al último terrorista de izquierda o ultranacionalista-, la opinión mundial enviará de cuando en cuando a algún abogado francés para protestar por las torturas y Amnesty International publicará cada año un informe sobre la violación de derechos humanos en España. ( ... )
Pero esa democracia profunda parte de la que tenemos, porque la que tenemos legitima instrumentos de presencia histórica de las clases populares, instrumentos de lucha ideológica al servicio de las clases populares. Pero sin esos instrumentos sólo quedaría la alternativa entre fascismo o lucha armada, alternativa suicida que fatalmente, conduciría a otro dramático repliegue, a otro triste ostracismo bajo el caparazón del terror y de las lentas conquistas.
Los terroristas revolucion arios aún no se han dado cuenta de que el miedo va a ser la respuesta de las masas a sus provocaciones y que ese miedo es la palanca que el fascismo necesita para volver al poder sin disfraces.»
, 5 de junio
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