Gómez Llorente: "He hecho lo posible por evitar el enfrentamiento"
« Me hubiera gustado evitar el enfrentamiento que se ha producido en nuestro XXVIII Congreso», declaró ayer a EL PAIS el hasta ahora secretario de formación del PSOE y actual vicepresidente del Congreso de los Diputados, Luis Gómez Llorente.«Es de todos conocida mi postura contraria a las declaraciones de Felipe González, hace tiempo en Barcelona y recientemente en Gijón. En ambas ocasiones hice pública mi disconformidad a través de la prensa. No obstante, yo pensaba que las actitudes no eran antagónicas y que sería posible hallar la fórmula de entendimiento. »
«Días antes del congreso, se lanzó la iniciativa de resolver el asunto ratificando los principios ideológicos aprobados en anteriores congresos y pasar directamente a la discusión de la estrategia. El pasado viernes, a principio de la tarde, se abrió el debate de la ponencia política, defendiendo yo esa postura. Sin embargo, y a pesar de ello, la ponencia fue por otros caminos y se prefirió elaborar un extenso documento en línea con los principios aprobados en el XXVII Congreso, matizándolos en algunos aspectos, documento que ha recibido el respaldo del 60% de este congreso, y con cuyo espíritu yo me identifico plenamente, porque entiendo que supone la continuidad con la trayectoria que siempre tuvo este partido durante sus cien años de historia.»
Preguntado por los intentos que se le atribuyen de formar una ejecutiva, el señor Gómez Llorente dijo, entre otras cosas, que «la inmensa mayoría de los delegados y miembros del congreso deseábamos que Felipe González hubiera ido como secretario general de la nueva comisión ejecutiva. Para ello había dos caminos: una ejecutiva con Felipe González, una parte sustancial de la ejecutiva cesante y siete u ocho hombres nuevos, aceptados por Felipe González, o bien una ejecutiva que sintetizase más intensamente las distintas posturas dentro del partido. La una y la otra hubieran sido positivas, pero quedaron frustradas al negarse categóricamente Felipe González a aceptar su presencia en la nueva ejecutiva por estar disconforme con la ponencia política que había sido aprobada por el 60% del congreso».
«Cuando el domingo por la mañana Felipe González ratificó su férrea decisión de no estar en ninguna ejecutiva ahora, yo tanteé las posibilidades de que se formara una ejecutiva con suficiente respaldo, capaz de evitar la crisis que se ha producido. Sin embargo, algunos delegados, muy próximos a las posturas del anterior primer secretario, expresaban en los pasillos juicios de fuerte incomprensión con respecto a esta operación. Ante la certeza de que cualquier ejecutiva que se propiciara iba a recibir la hostilidad sistemática de ese sector del partido comprendí la conveniencia de ir a una fórmula transitoria como la que se ha adoptado.»
Sobre las perspectivas de futuro, el señor Gómez Llorente dice que «el partido queda en manos de una gestora, integrada por unos compañeros de probidad indiscutible que merecen la confianza y el respaldo general. La situación de interinidad creada durante seis meses fuerza a un proceso de clarificación que tiene aspectos positivos. Durante los próximos meses se pondrá de manifiesto si las diferencias pueden converger hacia la síntesis o si, efectivamente, se trata de dos líneas diferentes no compaginables. A su vez ha de quedar bien claro la lógica correspondencia que ha de existir entre la opción por una línea de pensamiento y por las personas dispuestas a acatarla y a llevarla a cabo sinceramente».
«En ello influirá, a mi juicio, no sólo las ideas, sino la buena voluntad de hallar fórmulas integradoras, renunciando a la hegemonía personal y a las exclusiones. »
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.