Críticas a las gestiones de Guerra, Gómez Llorente y Solana

Minutos antes de las cinco de la tarde comenzó la sesión plenaria para debatir la gestión de la comisión ejecutiva. Pidieron la palabra 41 delegados para formular críticas a la actuación de los dirigentes socialistas, ya que los estatutos del partido sólo autorizan intervenciones que cuestionen la actuación de los responsables del PSOE.

Tras ser aprobado el reglamento de los congresos, elaborado por el comité federal, tomó la palabra José Martínez Cobos, secretario de dicho comité, para exponer la actuación del organismo durante los dos últimos años. Martínez Cobos dijo que el comité federal se había reunido catorce veces en el período mencionado. Señaló que las dificultades que había tenido este órgano para desempeñar sus funciones habían estado derivadas en gran medida por la constante variación de las personas que integraban dicho comité.Martínez Cobos manifestó igualmente que el comité federal había vivido bajo el peso de una situación definida por el paso de un partido con escasez de cuadros y en la ilegalidad, a un partido que era el primero del país y contaba con un inmenso potencial humano para dar respuesta a las urgentes reivindicaciones «de este pueblo que ha sido tan injustamente tratado y al que queremos abrirle un camino de esperanza e ilusión».

A media tarde, Alfonso Guerra, secretario de organización, compareció en una conferencia de prensa para relatar el contenido de algunas de las intervenciones efectuadas hasta aquel momento. Comentó que antes de iniciarse el turno de críticas se debatió una cuestión de orden, consistente en reclamar un pronunciamiento sobre si debían debatirse por separado o conjuntamente las actuaciones del comité federal y la comisión ejecutiva. Felipe González intervino para señalar que era igual, ya que el comité federal controla al otro organismo. Acto seguido hizo uso de la palabra Pablo Castellano para proponer una votación única para ambas gestiones, lo que fue aceptado por la mesa.

Las críticas a la ejecutiva han estado centradas en la política de consenso seguida por el partido; asimismo se ha censurado una falta de comprensión del proceso autonómico y se han formulado acusaciones de falta de democracía interna. Al mismo tiempo fueron puestas en entredicho las actuaciones de las secretarías de información, organización, formacíón, juventudes y la vocalía municipal. Además de estos aspectos, los delegados discrepantes abordaron en sus intervenciones las declaraciones de Felipe González en torno al marxismo, los pactos municipales con el PCE y la situación de personas, que han sido expulsadas del partido.

Entre los 41 delegados que hicieron uso de la palabra figuran Rafael Escuredo, Rafael Zarraquino, Manuel Abejón, Arturo del Val y Pablo Castellano. La intervención de esje último fue especialm,ente dura hacia el «aparato». Afirmó que para él no revestía gran trascendencia el aumento cuantitativo de militantes que ha tenido el partido porque muchos de ellos carecen de un pasado democrático, no pagan las cuotas y no ejercen su mifitancia.

Posteriormente intervino García Horcajo, que planteó una crítica a las vocalías municipal y juventud. Reprochó a la primera la confusión existente entre la política municipal que debería haberse seguido en las casas del pueblo y las asociaciones de vecinos. Calificó de confusos los pactos con el PCE, y propuso que se elabore una estrategia práctica para el desarrollo de los mismos.