Barcelona, una gran fiesta
El triunfo del Barcelona en la Recopa convirtió la Ciudad Condal en una auténtica fiesta. Trenes, autocares y, por supuesto, el avión que trasladó a los vencedores, fueron recibidos en olor de multitud. Multitud que desde el miércoles por la noche celebra sin descanso el triunfo del cuadro azulgrana.El presidente de la Generalidad, Josep Tarradellas, nada más terminar el partido envió un telegrama al presidente del Barcelona, Josep Lluis Núñez, en el que además de felicitarle expresaba su deseo de celebrarlo juntos en el palau de la Generalidad y terminaba, con un fuerte abrazo y un Visca Catalunya.
También hubo telegramas de felicitacíón del gobernador civil y del director general del CSD, Benito Castejón. Desde una hora antes de que llegase el equipo, miles de personas portadoras de banderas azulgranas y senyeras recorrían las calles de la ciudad. La guardia del Ayuntamiento y los «mozos de escuadra» de la Generalidad vistieron su uniforme de gala. Todo se convirtió en una fiesta por todo lo alto.
«El Barcelona ha ganado por Cataluña» fue una de las frases que pronunció Tarradellas desde el balcón del palau de la Generalidad ante una gran multitud que lanzaba gritos de «Ya tenemos la copa, ahora queremos el Estatuto». Junto a Tarradellas y su esposa estaba en el balcón el secretario general del PSUC, Antonio Gutiérrez Díaz. Tarradellas portaba una bandera catalana hasta que un mozo de escuadra le dio una del Barcelona, y el público no dejaba de gritar «Volen l'estatut». Mientras en el tapiz situado en el balcón principal del Ayuntamiento fue sustituido el escudo del Estado español por el de la Generalidad.
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