El Primero de Mayo en Madrid
No alcanzo a comprender que después de haber sido cacareadas repetidas veces por los secretarios generales de CCOO y UGT las reivindicaciones que iban a dar naturaleza a este Primero de Mayo, tales como la devolución del patrimonio sindical, soluciones contra el paro, estatuto del trabajador, etcétera.Desde un principio y hasta el final de la manifestación los slogans reivindicativos brillaron por su ausencia, mientras que el más coreado, si no el único, fue «PSOE-PCE unidos para vencer», y no es que no desee la unidad de la izquierda, ya que, como militante de izquierdas, creo que es positiva y necesaria, pero todo en su momento.
El Primero de Mayo tenía que haber estado presidido por los slogans bajo los que fue convocado, es decir, las reivindicaciones más sentidas por los trabajadores en los momentos actuales. Es curioso cómo ante las mismas puertas del antiguo Sindicato vertical, hoy Ministerio de Sanidad, las voces que gritaban «Patrimonio, sí; Ministerio, no», eran ahogadas por «PSOE-PCE, unidos para vencer».
No lo entiendo. Si ambos partidos quieren hacer alarde de su fuerza y poder de convocatoria, que sean coherentes con ello y convoquen una manifestación a tal fin; pero si lo que se quiere es capitalizar un acto multitudinario, dada la significación histórica de esta fecha (conmemorativa de los hechos acaecidos hace noventa años en Chicago, donde el lema era algo tan sentido por los trabajadores como era la jornada de ocho horas), tengo que expresar mi repulsa por la manipulación a que nos hemos visto sometidos -con el beneplácito de las jerarquías sindicales de UGT y CCOO-. No quiero pensar que estaba previsto de antemano.
Por último, insistir en que los problemas de los trabajadores no son patrimonio de siglas concretas y que si realmente queremos su solución deberemos contar con todas aquellas fuerzas sociales, sindicales y políticas que están empeñadas en su solución.
Espero que CCOO-PCE y UGT-PSOE comiencen a delimitar sus campos de actuación, porque, de lo contrario, estarán fomentando la confusión de los trabajadores, que tenemos claro cuáles son nuestros problemas, pero no la actuación de estas organizaciones que se autodefinen obreras y que con actitudes como, ésta confunden más que clarifican.
