La socialdemocracia gana las elecciones en Austria
Por cuarta vez consecutiva, el Partido Socialista austríaco, con el canciller Bruno Kreisky a la cabeza, ha logrado conservar la mayoría absoluta en las elecciones parlamentarias celebradas el domingo en la República Federal de Austria, aumentando en tres sus 96 escaños en el Congreso nacional. Esta victoria del FPOE ha significado al tiempo una gran derrota de los conservadores del Partido Populista (OEVP), que han perdido cuatro escaños y se han quedado con 76. Los liberales del FPOE han alcanzado la mejor posición de los últimos veinte años, al ganar un escaño sobre los diez anteriores.
En un solo estado de la Federación, en Vorarlberg, limítrofe con Suiza, los socialistas han perdido votos respecto de las elecciones de 1975 y ello es atribuible al movimiento antinuclear, especialmente fuerte en esta región. Los verdes (ecologistas) dieron el domingo su apoyo a los conservadores del Partido Populista, en revancha por la propuesta nuclear del canciller Kreisky, derrotada en referéndum en el pasado mes de noviembre.A pesar de que el canciller bloqueó el programa de construcción de centrales nucleares en Austria tras el resultado del referéndum, lo cual implica que este país no construirá por ahora ninguna central atómica, los ciudadanos de Vorarlberg no parecieron quedarse satisfechos con ello. Los conservadores, que hasta el domingo detentaban la mayoría en las dietas regionales en tres; de los nueves laender, han cedido esta mayoría a los socialistas en lino -Baja Austria- y, han perdido votos en otro -Tirol- En el resto -excluido también Vorarlberg- los conservadores han perdido también votos respecto de 1975.
El SPOE ha reconocido llanamente que su victoria debe atribuirse fundamentalmente a la personalidad de Bruno Kreisky. A pesar de los escándalos políticos que ha protagonizado. en los últimos meses el Partido Socialista, el viejo canciller, de 68 años, ha dicho que se mantendrá en su puesto al menos durante los cuatro años siguientes. Kreisky declaró también, al conocerse los resultados, que se tomará «varios meses para presentar su nuevo Gobierno».
Apoyo a la política económica
Una primera incógnita ha quedado ya desvelada: su vicecanciller y ministro de Finanzas, Hannes Androsch, envuelto también en un escándalo, ya que además de sus funciones ministeriales desempeña las de copropietario de una agencia de gestores fiscales, parece que formará parte también del próximo Gobierno austríaco. Androsch ha declarado que el resultado electoral es un claro apoyo popular a la política financiera del Gobierno, orientada a evitar el paro mediante un gran endeudamiento público. En el campo conservador, el jefe del Partido Populista, Josef Taus. banquero de 46 años, ha anunciado un congreso especial del partido con el fin de resolver diferencias internas, verdaderas causantes, según él, de la derrota populista.
Los sindicalistas, una base importante de la victoria de Kreisky, han recibido nueva fuerza tras las elecciones del domingo. El presidente de la Confederación de Sindicatos Austríacos (OEGB), Antón Benya, manifestó que no existía problema alguno con el Gobierno y que los objetivos a conseguir ahora, como las cinco semanas de vacaciones, habrán de negociarse con la patronal. Con un índice de paro del 2,1%, Austria es en este sector un verdadero oasis en plena crisis económica mundial.
En cuanto al clima electoral en Viena, nadie podría deducir que el domingo hubo elecciones en el país hasta la hora en que se dio a conocer el primer escrutinio global, a las cinco de la tarde. La ciudad, limpia de propaganda, con excepción de los pocos lugares destinados a los carteles, siguió su vida normal propia de un domingo de primavera con sol.
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