Nueva derrota en el Congreso del programa energético de Carter

El Comité de Comercio del Congreso norteamericano derrotó el martes ampliamente la propuesta presidencial de cerrar las gasolineras los fines de semana si el ejecutivo considera que la crisis energética justifica la medida.La actitud de la Cámara de Representantes supone un duro golpe al programa de energía de Jimmy Carter. que al regreso de sus largas vacaciones de Pascua se ve obligado a combatir en un triple frente económico: la batalla contra la inflación, la guerra contra el «lobby» petrolero para que el Capitolio apruebe un impuesto extraordinario sobre los beneficios marginales de las multinacionales del oro negro y sacar adelante el plan de ahorro de energía. A la derrota espectacular en el Comité de Comercio de una de sus dos propuestas fundamentales para la reducción del gasto energético: el cierre de las gasolineras los domingos, es previsible que se sume el proyecto de racionamiento de combustible mediante un sistema de cupones para el que las perspectivas de que salga adelante son pocas.

El plan de ahorro de energía, creado por iniciativa de James Schlesinger y presentado por Carter a la Cámara, consta además de otros dos puntos: la eliminación de los anuncios luminosos de las calles y la reducción de la temperatura en los edificios públicos.

Tan sólo el último de ellos parece, a juicio de los observadores, gozar del suficiente consenso como para ser llevado a la práctica, y supondrá en teoría un ahorro de algo más de 350.000 barriles diarios de petróleo (el 35% del consumo español).

La opinión de los miembros de los comités de Energía y Comercio es que la supresión de los letreros luminosos es una decisión de efectos únicamente «psicológicos», que en la práctica no reduce en absoluto la dependencia del petróleo extranjero y que por contra resulta «antiestética».

Las críticas a las dos propuestas principales -el racionamiento y el cierre de las gasolineras- se basan en anteriores experiencias con otras administraciones: los congresistas piensan que el único resultado,sería la formación de colas enormes en las estaciones de servicio y la creación de un mercado negro del combustible.

Los representantes norteamericanos han vuelto de su descanso de Semana Santa con una actitud más abierta sobre el proyecto de la Casa Blanca de imponer un impuesto del 50% sobre los beneficios marginales de las transnacionales petroleras.

Texaco anunció ayer unos beneficios correspondientes al primer trimestre de este año superiores en un 81% a igual período de 1978. Exxon anunció un aumento de sus ganancias del orden del 39,5%, y Standard Oil, del 28%.

Estos beneficios corresponden todavía al «antiguo régimen energético», anterior a la supresión de los controles sobre los precios domésticos de la gasolina.