Tierno Galván también jugó al fútbol
El viejo profesor llegó silenciosamente a Chamartín y los «testigos de Bernabéu» le recibieron con miradas de soslayo. Ver a un socialista en el palco del Madrid era inusitado. Tierno presidió el partido desde el centro del palco. A su derecha, en la misma fila, estaba el duque de Cádiz. El presidente madridista se debió llevar una gran sorpresa al comprobar que la erudición jurídica del viejo profesor llega hasta los reglamentos deportivos. «Ese fuera de juego señalado por el árbitro no ha sido una buena interpretación», afirmó.
El profesor Tierno resultó un hábil comentarista del tema deportivo. Al profesor le recordó el partido sus años mozos, en los que también le dio patadas a la pelota. En la nómina de personajes insólitos que han practicado el fútbol hay que añadir al señor alcalde. En la tribuna del Bernabéu toma asiento de vez en vez Dámaso Alonso, que en su época de escolar «zurceaba» en la defensa del equipo de los jesuitas de Chamartín. A Eduardo Chillida le varó bajo los palos una lesión de rodilla. Frubeck de Burgos fue interior izquierda del Burgos antes de usar la derecha para la batuta. Elías Querejeta no triunfó plenamente como extremo de la Real Sociedad porque al ir a lanzar los saques de esquina se entretenía con los amigos comentando la película del cine-club.En la tribuna del Bernabéu no hubo calurosa recepción para el alcalde, porque allí es donde se sientan los diputados de UCD; verbigracia, Gabriel Cisneros, que sufre más con el Madrid que con el Numancia. Al viejo profesor le restan ahora dos visitas protocolarias. En Vallecas podrá tener, como se decía antes, grandes muestras de simpatía. En el Calderón tampoco puede esperar largas ovaciones de la tribuna de la que son socios López Bravo, el marqués de la Florida y Jesús Suevos, pero a lo mejor los de Cuatro Caminos, si le distinguen desde el sol, acaban tocándole las palmas.
Con espectadores de excepción, los miembros de la FIFA que esta semana van a recorrer los recintos españoles que han de albergar el Mundial, Madrid y Atlético jugaron un feo encuentro. Sobraron nervios a contendientes y árbitro. Este no se conformó con dejar tarjeta de visita por su primer paso por el Bernabéu. Dejó una caja para repartir entre los jugadores, a fin de que no se olviden de él. El señor Jiménez Sánchez se pasó un pelo.
El empate del llamado derby no favorece al Madrid, pero tampoco le ha estropeado el pasodoble. El Madrid, que ya ve con tranquilidad cómo el stress de las última jornadas ha acabado por hundir al Gijón, tiene un final de torneo apacible. Eso es bueno para el Gobierno. Si el Madrid es campeón quiere decir que todo funciona igual que casi siempre. A UCD le han puesto un fin de temporada futbolístico tranquilito. Por ejemplo, el Athlétic de Bilbao no estará este año en la. final de Copa, como tampoco lo estará el Barcelona. No habrá invasión de ikurriñas ni tampoco de senyeras. La única senyera conflictiva que puede venir es la del Valencia, y sólo porque aquello de que la directiva del club de Mestalla la prefiere con banda azul, que es la que representa a Valencia ciudad y a- Burriana. Lo que no es bunker barraqueta ya se sabe que la quiere sin aditamentos.
Tal y como va el torneo copero podría darse el caso de que incluso llegara a la final un equipo de Segunda División. Sería un festejo totalmente inesperado. Porque estas cosas, la verdad, sólo ocurren en Inglaterra.
