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Afluencia mayor de la prevista en las elecciones rodesianas, según Salisbury

El Gobierno interino rodesiano proclamó ayer que la participación electoral superará el 50% sólo en los tres primeros de los cinco días de votación de esta semana, en la que la población negra elige 72 de los cien diputados de que consta el nuevo Parlamento de Zimbabwe-Rodesia. La euforia de Salisbury se basa en una afluencia a las urnas mucho mayor de la prevista.

El primer ministro lan Smith no ha ahorrado esfuerzo propagandístico o militar, en busca de una elevada participación, que en teoría ha de traducirse en el reconocimiento internacional del nuevo Gobierno de mayoría negra y el levantamiento de las sanciones actuales. La continuación de los ataques contra bases guerrilleras fuera de Rodesia se alterna con la detención en el interior del país de partidarios del Frente Patriótico. Ayer fueron más de cien personas las arrestadas en Bulawayo.Las informaciones sobre el desarrollo de la votación sugieren que el obispo Abel Muzorewa, uno de los líderes nacionalistas negros que comparten el poder con lan Smith, va camino de convertirse en el próximo primer ministro de Zimbabwe. El partido del maleable obispo, Congreso Nacional Africano Unido (UANC), es, con mucho, el mejor organizado de los cinco que se disputan los escaños parlamentarios, como también lo es su «ejército privado», que ayuda a las fuerzas regulares rodesianas a mantener la tranquilidad en el 80% del territorio, sometido a la ley marcial.

Según la nueva Constitución, refrendada en enero por los blancos, al 96% de la población del país, la africana, le corresponderán durante los próximos diez años 72 de los cien escaños del futuro Parlamento. Los otros veintiocho asientos serán ocupados por la minoría europea, controlada políticamente por lan Smith. Como el Gobierno que salga de las elecciones ha de repartir sus carteras en proporción a los escaños parlamentarios, la población blanca tiene ya garantizado el control de una cuarta parte de las poltronas ministeriales.

Las elecciones se están desarrollando en un clima mucho más pacífico del previsto, debido al masivo despliegue militar organizado por el Gobierno. El dispositivo, que incluye la movilización total de cada hombre blanco hasta los 55 años, alcanza su más cabal expresión en las zonas rurales, más infiltradas por la guerrilla. En ellas, el Ejército llega a quemar las cabañas de los sospechosos de «colaboracionismo guerrillero» y cierra almacenes y confisca productos alimenticios para impedir el aprovisionamiento logístico de los comandos del Frente Patriótico.

"Test" para Londres

Para el Gobierno británico que salga de las elecciones del 3 de mayo, la votación rodesiana se va a convertir en su primer test en materia exterior, sobre todo si es Margaret Thatcher quien llega al número 10 de Downig Street. El Partido Laborista ha mantenido en los últimos meses una coherencia relativa a propósito de Zimbabwe, que se ha reflejado en su negativa a enviar observadores a Rodesia y en ignorar oficialmente el sufragio.El portavoz conservador para Asuntos Exteriores, sin embargo, ya ha anunciado que un futuro Gobierno tory aceptará el veredicto de las urnas en Zimbabwe, «si se da una participación electoral suficiente y el pueblo en su conjunto acepta el Gobierno salido de ellas». Estas seguridades han de considerarse, sin embargo, con suma cautela. En los medios políticos consultados por este periódico se considera que los tories se guardarían muy mucho de apartarse radicalmente del camino señalado por Washington, hasta ahora firmemente opuesto al reconocimiento de Salisbury.

El Mercado Común, de otra parte, puso ayer más difíciles las cosas para un eventual Gobierno conservador británico complaciente con lan Smith. Por encargo de la Comisión Europea, Claude Cheysson, comisario para Ayuda al Desarrollo, ha enviado un telegrama al líder guerrillero Joshua Nkomo lamentando el ataque contra su casa de Lusaka por parte de fuerzas rodesianas. El mensaje del señor Cheysson finaliza expresando al jefe del Frente Patriótico «nuestra estima por su lucha». Un lenguaje inusualmente directo en la CEE.

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