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Cartas al director
Opinión de un lector sobre una información publicada por el diario o un hecho noticioso. Dirigidas al director del diario y seleccionadas y editadas por el equipo de opinión

Niños y ascensores

Hace pocos días, mi hija, de dieciséis meses de edad, sufrió un accidente en el ascensor de casa, cuando subía en él, acompañada de su madre. Laura, que así se llama, se tiró al suelo, e introdujo una mano en el espacio existente entre el suelo de la cabina y la pared del hueco del ascensor. Todo ello no duró más de dos segundos.Llevada la niña al Hospital del Niño Jesús, fue atendida inmediatamente, y se le hicieron las pertinentes radiografías, comprobando que casi de forma milagrosa no había ocurrido nada, salvo el propio hinchazón de la mano y el gran susto que pasamos.

Allí nos dijeron que tal accidente es relativamente frecuente, que los niños llegan a perder hasta el brazo entero, y todos sabemos de casos más graves en los que los pequeños han perdido su vida.

Hoy día, en que el tema «Seguridad e Higiene» en las diversas manifestaciones de la vida es tan fundamental, y por todos reconocido, parece inverosímil que los ascensores, de uso más que común, sigan abandonados en su mayoría a la mano del diablo, que no de Dios.

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Es atentar contra la vida de nuestros hijos al seguir fabricando, comprando y disponiendo en las casas estos ascensores sin puerta interior, cuya baratura en el coste no compensa en forma alguna el riesgo que traen consigo.

Hay que cambiar, por ese deber que tenemos con nuestros menores, estos ascensores por aquellos que disponen de puerta interior, si ésta es automática, mejor.

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