Se profundiza la crisis política en Portugal

En Portugal se multiplicaron ayer los síntomas de una profundización de la actual crisis política. Mientras los comunistas han admitido la posibilidad de presentar próximamente una moción de censura contra el Gobierno Mota Pinto, el presidente de los socialdemócratas, Francisco Sa Carneiro, criticó severamente al presidente Ramalho Eanes y al primer ministro, Mota Pinto, a quien acusa de «manipular los problemas nacionales».Sin embargo, es en la zona de la reforma agraria donde se registran los síntomas más preocupantes de una situación al borde de la ruptura.

El problema de la reforma agraria estuvo hace dos semanas en el origen de la crisis actual, al dimitir el principal responsable de su ejecución a nivel gubernamental, el secretario de Estado Ferreira do Amaral. Pero los acontecimientos políticos posteriores relegaron a segunda fila la atención hacia la situación en este sector crucial de la vida portuguesa.

Un comunicado del Consejo de Ministros y las revelaciones publicadas ayer por el semanario lisboeta O Jornal han hecho de nuevo converger todas las atenciones sobre el sur de Portugal. El Gobierno, secundado por la prensa de derecha, parece empeñado en acreditar la tesis de una situación preinsurreccional en la zona de la reforma agraria, donde los trabajadores rurales, obedeciendo, a instrucciones del Partido Comunista, se prepararían para preocupar tierras recientemente devueltas a los antiguos latifundistas.

El presidente Eanes ha designado uno de sus colaboradores para que le mantenga informado sobre la evolución de la situación.

Mientras tanto, tropas de intervención (paracaidistas y comandos) están en situación de prealerta, dispuestas a intervenir en el Alentejo en cualquier momento. Según O Jornal, el propio ministro de Agricultura habría solicitado la instauración de un «estado de sitio disfrazado» en toda la región.