Los incidentes continúan en el esquí español

Los Campeonatos Nacionales de Ciudadanos, celebrados el pasado fin de semana en Candanchú, fueron el escenario de unos nuevos y desagradables incidentes, que concluyeron con la retirada de los mejores corredores participantes en el slalom gigante. El esquí español continúa inmerso en la polémica, ante el descontento de muchos esquiadores con sus directivos y organizadores.Según los corredores, no es cierto que el catalán Vidaurreta exigiera que su entrenador marcara la pista, sino que la organización, la noche anterior, había ofrecido a los diferentes entrenadores regionales la ocasión de marcar alguna manga. Por esta razón, los catalanes propusieron a Roland Tissot. Más tarde, la organización se retractó y dijo que el marcador sería el director de la estación, señor Roldán, el cual, al parecer, debía conocer a la perfección el aprovechamiento de esa pista. Cuando estuvo marcada y los corredores, acompañados por sus entrenadores, pudieron reconocerla, opinaron que más que un gigante parecía un descenso, por su trazado casi recto. Además, la pista era peligrosa por la falta de visibilidad que no permitía apreciar el relieve. Ante todo esto optaron por reunirse con sus delegados en la meta y discutir el tema para beneficiar más a las últimas series, que se encontrarían la pista en peor estado.

Más tarde se pidió al señor Roldán que cambiara de lugar cuatro puertas, con lo cual la prueba podía quedar bien, dado que el delegado técnico y el abridor de pista habían opinado también que ésta era peligrosa. Sin embargo, él se negó en rotundo. Después de ello fue cuando se negaron a tomar la salida más del 50% de los participantes.

Los delegados de la catalana dijeron a sus corredores que no participaran, y los de la castellana, que hicieran lo que mejor les pareciera. Esta actitud fue secundada por los corredores andaluces. Sin embargo, dicen los corredores, esta posición no fue tomada por los delegados de otras federaciones, como la vasco-navarra y asturiana, que obligaron a sus corredores a bajar amenazándoles con retirarles la licencia si no lo hacían.

Por todo ello, los corredores implicados opinan que esto, aparte de perjudicar unos campeonatos nacionales por una falta de comprensión en quienes deberían facilitar la labor para el deporte, va en perjuicio de todo el esquí nacional, que se ve muy afectado por cuestiones como ésta.