Cataluña y la democracia
«Mientras el rey Juan Carlos recibía a los representantes de todos los partidos, incluso de pequeños partidos como Fuerza Nueva, recibió un telegrama de protesta desde Barcelona. El primer secretario del Partido Socialista de Cataluña, Joan Reventós, protestó ante el Rey por no haber sido invitado el representante del partido más importante de Cataluña. (...)Todo lo que sucede en Cataluña es menos violento, menos dramático, más, moderado y pragmático que en el País Vasco. Los catalanes. cuyo espíritu racionalista y su sentido para los pactos y acuerdos es elogiado siempre en Madrid, no dan dolores de cabeza al Gobierno central.
La región políticamente más avanzada y con más alto nivel de vida del Estado español parece aceptar a un presidente derechista, Tarradellas, impuesto por Suárez, así como la Monarquía y una autonomía regional limitada y aguada.
Pero lo que Madrid no comprende es la realidad de Cataluña: el descontento y la desilusión de la población. La indignación se dirige no sólo contra los políticos catalanes, sino también contra la política del Gobierno de Madrid.(..)
Tarradellas pide a los políticos catalanes que se unan para presentar un frente cerrado ante Madrid. ( ... ) Los socialistas, para quienes Tarradellas representa la legalidad histórica anterior a Franco, lo aceptaron, pero exigen que renun cie a la presidencia. Josep Tarradellas intenta unir a todos los partidos burgueses y evitar de esta forma una victoria socialista en las elecciones para el Parlamento catalán. ( ... )
29 marzo
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