Tamames, a la alcaldía
Secretario general del PCE
El próximo día 3 los madrileños, como los demás ciudadanos españoles, van a elegir sus concejales. Por fin, tras varios decenios, tendremos un Ayuntamiento pluralista elegido democráticamente por el voto popular. Un Ayuntamiento que deberá sus poderes a los ciudadanos y no al Gobierno; que reclamará y pondrá en práctica una autonomía que hasta ahora no existía. Los comunistas vamos a presentar, de inmediato, una proposición de ley de reforma urgente de las normas que hoy rigen la Administración local, precisamente para garantizar esa autonomía y la democratización de la vida municipal.
Al elegir concejales, los madrileños van a optar también por un alcalde concreto. Nuestro candidato al cargo, como se sabe, es Ramón Tamames. La propuesta la hicimos pública ya el 23 de abril pasado, hace ahora un año. Y fue una propuesta muy pensada, en función de encontrar al hombre más idóneo para la tarea de dirigir una ciudad tan compleja, tan llena de obstáculos, como Madrid, que exige calidades políticas excepcionales y, al mismo tiempo, un conocimiento profundo de lo que es la administración.
Creo, que las calidades políticas de Tamames son evidentes. En el 56, en tiempos muy duros, el primer movimiento universitario e intelectual contra la dictadura le encuentra ya a su cabeza. El joven Tamames hace desde ese momento una opción a la que va a mantenerse invariablemente fiel: ingresa en el Partido Comunista. Hacerlo entonces significaba afrontar el riesgo de ver truncada su carrera profesional, de ir a la cárcel, de vivir largosáños en un ghetto, en el exilio interior. Tamames no vaciló en un momento en que ser comunista significaba aceptar conscientemente el sacrificio como único premio.
Sin embargo, aun en esta situación difícil, Ramón Tamames, consigue, con gran talento, realizar una obra considerable que no sólo ha contribuido a la formación de una generación de economistas, sino que ha logrado poner al alcance de decenas de miles de no universitarios el conocimiento de la estructura económica española, haciendo que la preocupación por la economía política trascienda a amplios sectores del país. Y siempre desde un punto de vista crítico al sistema político social, manteniendo su independencia con respecto a éste. La trascendencia de dicha obra se pone de relieve en el hecho de que sus libros han sido traducidos a numerosas lenguas y leídos con interés en muy distintos países.
Tamames participa activamente en la formación de la Junta Democrática y más tarde de la Platajunta; interviene en las manifestaciones populares y es encarcelado. La figura de Tamames como político y personalidad eminente de la cultura española va de par y se forma a través de una obra escrita y de una actividad política verdaderamente notables.
Pero a la vez, por sus estudios y su trabajo profesional, el candidato a alcalde de Madrid, va penetrando profundamente en el conocimiento de los problemas de la administración del Estado y del municipio; domina a fondo las cuestiones urbanas, ecológicas y participa en numerosas iniciativas relacionadas con ellas.
Auténtico experto
Tamames no se estrena en estas materias ahora, al acercarse las elecciones; no es un candidato de circunstancias. Además de un político es un auténtico experto. Por eso, con todos los respetos para los demás alcaldables, que tienen sin duda méritos obtenidos en campos diversos, Ramón es sin duda el mejor alcalde que los ciudadanos madrileños podrían votar en estos momentos.
De él ha dicho una personalidad tan destacada como Fuentes Quintana:
«El desempeño feliz de estos múltiples papeles, que abarcan el amplio campo que va del estudiante al catedrático, del funcionario al consejero, del empresario que dirige una consultora, al paciente redactor y productor de sus trabajos y, en fin, al político, hacen que la personalidad de Ramón Tamames se nos ofrezca como una personalidad caleidoscópica, variada, pero siempre adaptada a la labor desempeñada en cada momento.
¿Quién de los compañeros que me escucháis no recuerda los trabajos rendidos por Ramón Tamames en el Ministerio de Comercio, en temas claves que han decidido la configuración actual de nuestra economía, como la búsqueda de un tipo de cambio racional, la definición de una nueva política arancelaria, la aproximación económica al Mercado Común europeo y al GATT, y la defensa de una competencia viable en nuestros mercados internos?»
Presidir el gobierno de una ciudad como Madrid no se presta a las improvisaciones. Y, desde luego, Tamames no va a improvisar, va a actuar en terreno conocido. Si a eso se añade su enorme dinamismo, su reconocida capacidad de trabajo, que le permite multiplicarse y estar en todos los sitios, podemos decir que Tamames no será un hombre que llegue cansado a la alcaldía; los vecinos de Madrid van a sentir su presencia, van a verle por todas partes, van a poder hablar con él en cualquier momento.
Y luego en Tamames hombre hay rasgos verdaderamente conmovedores. Junto a su dureza -pues sabe ser duro cuando es necesario- hay también esa amplia sonrisa juvenil, esa curiosidad y capacidad de sorpresa, que a veces le hace parecer un niño, unida a una gran madurez, un espíritu liberal y tolerante, abierto a la comprensión de las más diversas actitudes, una fe inextinguible en el hombre, y una energía que arrolla y sacude todo cuanto hay en torno a sí.
Además, con Tamames va en la candidatura comunista un equipo de mujeres y hombres extraordinariamente capaces y experimentados. Me falta espacio para escribir sobre cada uno de ellos, pero es indudable que se trata de un equipo que va a dejar una huella profunda en el municipio y que va a trabajar en permanente contacto con las diversas capas de la población madrileña. Con Tamames y la candidatura del Partido Comunista el pueblo va a entrar de verdad en el Ayuntamiento.
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