Los minusválidos italianos refuerzan su protesta contra las barreras arquitectónicas
Los minusválidos italianos están dispuestos a dar una dura batalla para defender sus derechos y para que entren en vigor todas las leyes aprobadas en su favor, que se han quedado siempre en letra muerta.
El Frente Radical de Inválidos ha anunciado que, puesto que las palabras producen poco efecto, los 20.000 minusválidos de Roma han decidido pasar «a la acción». Han anunciado como primera fase de su lucha la ocupación de los autobuses públicos. Esta acción «de escándalo» tiene como finalidad, según estos minusválidos, empujar al Gobierno a poner en práctica una ley ya aprobada por el Parlamento, según la cual, en una serie de autobuses deberán instalarse una especie de «elevadores» para que a ellos puedan subir estos enfermos. De hecho, la compañía de autobuses municipal de Roma, ATAC, ya ha construido un modelo de estos autobuses. Se le había dado mucha publicidad y había despertado grandes esperanzas, pero estos proyectos no llegaron a aplicarse. Los minusválidos desean también hacer conocer a la opinión pública la existencia de una ley que exige que en todas las construcciones de importancia pública, desde los cines a los hospitales y otros edificios públicos, se construyan sin las llamadas «barreras arquitectónicas» (escaleras, puertas estrechas, desniveles) que impiden a estos inválidos el acceso a muchos lugares a los que necesitan acudir.Los minusválidos acusan al Gobierno del hecho de que, aun después de la aprobación de la ley, «todo se ha seguido construyendo como antes, sin tener en cuenta para nada la legislación a su favor».
Precisamente en estos días ha estallado un escándalo porque a una joven, inválida, después de haber sido empleada en Correos, al saber que iba en cochecito, la dirección de personal le ha concedido la excedencia forzosa pagada, porque la muchacha no podía subir sola hasta su oficina, ni siquiera entrar en el edificio de Correos. El pequeño Partido Radical, que despierta cada vez mayores simpatías en el país, por su capacidad de apoyar a los «marginados», está dispuesto a dar la batalla por este «nuevo proletariado de nuestra civilización», Como ellos llaman al mundo de los minusválidos.
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