Hunosa perdió 14.927 millones de pesetas en el pasado ejercicio

La producción vendible obtenida por Hunosa durante 1978, con 3.457.000 toneladas, fue una de las más bajas en la historia de la empresa, y supone una disminución del 14,8 % respecto al año anterior, según expuso José Manuel Fernández Felgueroso, presidente de la sociedad, en su discurso ante la junta general de accionistas celebrada ayer en Oviedo.

Durante 1978, la productividad descendió a 769 kilogramos por jornal, desde los 836 kilogramos de 1977. En cambio, la mecanización del arranque ha sido potenciada hasta alcanzar un 27% del total de producción extraída. En el capítulo de las pérdidas, los Presupuestos Generales del Estado preveían un déficit de 10.400 millones de pesetas para el ejercicio, que se han elevado a 14.927 millones, con una desviación negativa de 4.527 millones de pesetas, de los que 2.274 millones tienen su origen en causas ajenas a la gestión de Hunosa -aseguró su presidente-, tales como el incumplimiento del plazo y la cuantía del aumento del precio del carbón térmico, la interpretación favorable a los trabajadores dada por la Delegación de Trabajo a su reclamación de 216 millones de pesetas, el aumento de las cotizaciones a la Seguridad Social y el incremento de los costos financieros en los créditos.En su intervención, el señor Fernández Felgueroso señaló como uno de los problemas que incidieron negativamente durante el año en la liquidez de la empresa la deuda de 2.000 millones de pesetas de Altos Hornos de Vizcaya.

El presidente de Hunosa se mostró partidario de que el Estado utilice el parámetro de pérdidas por tonelada para subvencionar las explotaciones que controla. En la propuesta del contratoprograma entre el Estado y Hunosa se pretende modificar los planteamientos básicos de sus relaciones, pasando la empresa a percibir la subvención de las pérdidas en una parte fija y en otra por tonelada producida. Este proyecto puede entrañar un riesgo -en opinión del señor Fernández Felgueroso-, ya que un somero análisis de la historia de Hunosa pone de manifiesto que el grado de cumplimiento de sus objetivos ha sido siempre muy deficiente, motivo por el que se está confeccionando un modelo econométrico de las cuentas de resultados y estados financieros de la empresa, sobre el que serán simuladas multitud de situaciones que permitirán evaluar el riesgo existente en cuanto a la adquisición de un determinado compromiso entre la empresa y el Estado, valorando en términos de probabilidad las consecuencias en cuanto a su grado de cumplimiento.

Las pérdidas por tonelada pasaron, de 2.485 pesetas, en 1977, a 4.318, en 1978, año en el que le superaron ampliamente las registradas por las empresas europeas hulleras. Durante el año pasado, Hunosa obtuvo 100.000 toneladas en explotaciones a cielo abierto, cuyos costes son muy inferiores, y tiene asegurada para 1979 una producción de cuatro millones de toneladas. El presidente de la empresa afirmó que las reservas detectadas a cielo abierto garantizan el actual ritmo de producción para los próximos diez años.

El señor Azpilicueta, vicepresidente del Instituto Nacional de Industria, accionista único de Hunosa, pronunció un discurso en el que destacó el descenso de la productividad, pese al incremento del absentismo (pasó del 19,1%, en 1977, al 22,5%, en 1978), y señaló la preocupación de que, de no cambiarse, pudiera llevar a la empresa a una posición insostenible financieramente e indefendible ante los organismos superiores de la Administración del Estado.