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"El, Socialista" se autocritica por el tratamiento dado al tema del CINFE

«El PSOE está a vuestro favor y lo va a demostrar a partir de ahora», dijo, después de una larga autocrítica, Miguel Rubio, responsable de cultura del periódico El Socialista, al terminar la rueda de prensa que un grupo de intelectuales, presididos en ese momento por José María Ballester, director del CINFE (Centro de Investigación de Nuevas Formas Expresivas), había convocado ayer piara dar cuenta de la campaña supuestamente calumniosa seguida por un redactor y un colaborador de aquel periódico y que ha continuado con la utilización anónima e insultante de copias de esos artículos para una operación de descrédito personal.

«Consideramos que el PSOE se ha visto involucrado y el periódico utilizado en una campaña de intereses personales sin quererlo ni desearlo, y, que el más perjudicado en esto ha sido el partido. Por eso, se ha abierto una investigación de su comité de conflictos en torno a estas personas, que serán expulsadas del partido si llega a demostrarse que les guiaban intereses personales.» Antes de esta autocrítica, que les hizo decidir echar atrás su intención de querellarse contra Eduardo Romero Verdú, José Luis Souto y Santiago Amón, habían expuesto cada uno de los convocantes las razones que les llevaban a calificar aquello como «una campaña calumniosa».Juan Manuel Bonet, Francisco Calvo Serraller, Angel González García, José Antonio Fernández Ordóñez, Eusebio Sempere, Antonio Bonet Correa, José María Ballester, Antonio Fernández Alba, José Miguel Ullán y Dámaso Santos Amestoy, habían mostrado las cartas ariónimas con las que se les ha insultado y habían narrado sus razones tras una temporada que, en palabras de Antonio Bonet, «había conseguido desquiciarles e impedirles trabajar. Porque -dijo- no sólo se han publicado estas calumnias, sino que además han sido utilizadas por un par de locos, que las envían con insultos a todos los vecinos de nuestras casas y a otras provincias. Anónimos que emplean, por ejemplo, el remite de Eusebio Sempere, y de otras personas que nunca hubieron pensado mezclarse en esta historia. Yo no tengo ninguna necesidad de que, el día de las elecciones, me lo pase contestando llamadas en mi casa que dicen Heil Hitler, o «guarda las gallinas, que viene el PSOE».

La historia de esta supuesta campaña de descrédito la explican en la nota que hicieron pública ayer y que leyó José María Ballester. Según esta nota, el primer artículo apareció el pasado 24 de diciembre en El Socialista, firmado por José Luis Souto, bajo el título Un golpe bajo contra la libertad de crítica. En el mencionado artículo se acusaba al director del CINFE, junto con el entonces alcalde de Madrid, José Luis Alvarez, el director general de Música, Jesús Aguirre, y el del Patrimonio Artístico, Evelio Verdera, como responsables del cese de Santiago Amón en EL PAIS.

El 4 de febrero, y firmado por Eduardo Romero Verdú, apareció en las páginas del mismo periódico otro artículo, que además de repetir las acusaciones del anterior, incluía al staff del CINFE, y la concesión de las becas del mencionado instituto. «Esta antología de calurnrilas -dice la nota- recibió cumplida réplica por parte de cada una de las personas injuriadas.» Por últirno, con fecha 25 de marzo, aparece en El Socialista un nuevo artículo, a modo de contrarréplica de Romero Verdú, en el que -según la nota- «las numerosas cartas; de réplica son calificadas de puro y simple montón de insultos barriobajeros (sic)», y sigue la nota, «mientras tanto, centenares de anónimos, escritos sobre las mismas páginas de El Socialista, han sido distribuidos por toda la geografía peninsular». «Así las cosas -sigue-, los intelectuales injuriados a lo largo de esta incalificable campaña, promovida primero por José Luis Souto, en favor de Santiago Amón, y continuada luego con idéntico tono por Eduardo Romero Verdú, comparecen hoy ante los informadores con el ánimo de que, tras un diálogo sin cortapisas y a la vista del dossier adjunto, puedan dar cuenta ante la opinión pública de las calumnias y chantajes de que son víctimas.»

En la rueda de intervenciones, cada uno de los aludidos por estos artículos fue explicando su parte. Antonio Bonet Correa, que intervino el primero tras la lectura y las palabras de José María Ballester, dijo entre otras cosas: «Yo, personalmente, acuso a Santiago Amón, que está detrás de estos manejos. En concreto, sólo él puede haber pasado a Romero Verdú el texto de una carta que me fue enviada notarialmente, y de la que sólo yo y los enviantes conocían el texto. Romero Verdú, José Luis Souto y Santiago Amón están orquestando esta campaña que a mi me perjudica y no estoy dispuesto a tolerar.»

Sempere denunció el hecho de que fueran enviados anónimos con su nombre y, respecto a la política de becas del CINFE, insistió en la integridad de las concesiones, «tras cuatro vueltas de deliberaciones deljurado». Fernández Ordoñez, a cuyo equipo le ha sido concedida una ayuda para catalogar los puentes de España en un proyecto elaborado con el anterior director general, así como Juan Manuel Bonet, a quien el anterior director general -como corroboraría él mismo- había propuesto, antes de que existiera este jurado ni estas becas, la elaboración de un catálogo-exposición de las nuevas vanguardias en España, se afirmaron en la calumniosidad de las afirmaciones de nepatismo para con el jurado, y el propio Fernández Alba corroboró estos extremos, después de exculpar a Francisco Calvo y Angel González, acusados por la campaña «de haberle dado la última patada en el CINFE». «Dimití -dijo- por resolución personal. Nadie me dio ninguna patada y menos ellos». Este último hizo hincapié en «la. ignorancia, la incompetencia y la estupidez del firmante de estos artículos», pormenorizando los supuestos errores de comprensión, y afirmó que «detrás de esto no hay más que motivos personales y resentimiento». Dámaso Santos Amestoy dijo que «además de agresión a unas personas era una agresión a la cultura, un acto de vandalismo» y José Miguel Ullán, con humor, se refirió, en metáfora, «ese desfile de las trillizas bajo palio y peineta socialista», para añadir que «no hay que confundir la línea del partido con 625 Líneas».

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