Los comités jurisdiccionaIes de la Federación, sin tiempo para reunirse

Los jugadores modestos siguen sufriendo en sus bolsillos la falta de pago por parte de los clubs, y los retrasos de los comités jurisdiccionales de las respectivas federaciones regionales a la hora de dictar una justicia que, en las categorías inferiores, es bien distinta de la que se administra, a veces con diligencia, para los grandes.

Angel Rivera, un jugador del Cacereño, de cuyo caso se hizo eco EL PAIS el día 9, sigue a la espera de una resolución a la demanda que presentó. A este jugador, tras sancionarle, le quieren rescindir el contrato, y le deben más de 400.000 pesetas. En Navarra, otros dos casos están pendientes de solución, y dos más en Cataluña. Al parecer, resulta difícil reunir a los miembros de los comités jurisdiccionales de estas regiones. A la AFE ya se intentó justificar de esta demora. En concreto, a un asesor jurídico de la Asociación de Futbolistas le manifestaron que «son tan buenos los abogados que forman parte del comité jurisdiccional navarro que resulta una tarea casi imposible reunirlos a todos». Los jugadores -éstos no son millonarios- esperan mientras tanto a que la bondad jurídica de estos comités se ponga en práctica.El día 17 de enero Angel Rivera, a través de la AFE, presentó una demanda para intentar que se resolviera su problema, bastante grave, pues incluso hace unas fechas se le tuvo que adelantar, a título personal, un cheque de 15.000 pesetas para «ir tirando». «Al fichar por el Cacereño lo hice por 775.000 pesetas, que se me abonarían en cuatro partes, además del sueldo mensual de 20.000 pesetas -dice Rivera- Al pasar el reconocimiento médico tenían que darme el primer plazo, 200.000 pesetas. Me pagaron sólo 25.000. Dijeron que no tenían dinero. En febrero cumplió el segundo plazo. Tampoco he visto nada. A nivel particular denuncié el caso a la Federaclón Extremeña. Nada, ni caso. Estuve dos semanas llamando por teléfono para ver la posibilidad de que me recibiera alguien. Estaban ocupados siempre. Lo más que me decían era que el caso estaba en manos del comité jurisdiccional. Me puse en contacto con la AFE y creía que se tramitaría todo con más rapidez, pero aún no sé nada."

Se dan más circunstancias negativas en este caso: «Hay otros compañeros en una situación muy similar, pero ellos prefieren esperar y no plantear las cosas. Lo comprendo. Sin embargo, yo, además, estoy apartado del equipo y se me quiere rescindir el contrato. Han querido aprovechar un incidente que tuve con un compañero en un entrenamiento para adoptar esta medida, que no les cause más problemas, y, claro, que no cobre. No saben qué hacer para perjudicarme. Hace unos meses me pusieron una sanción de 10.000 pesetas porque dijeron que me habían visto cenando a las doce con una chica. En lugar de descontarme esas 10.000 pesetas de la ficha que ellos me deben, porque aún no he cobrado, me las quitaron del sueldo mensual. Para esto sí andan prácticos y rápidos, aunque a mí, oficialmente, la Federación no me notiflicó nada.»

Rivera, además, estando apartado del equipo a causa del incidente reseñado, recibió, el sábado 3 de marzo, una nota de la secretaría del club en la que se le comunicaba la obligación que tenía de presentarse en el estad lo Príncipe Felipe para jugar el partido contra el San Andrés. Era el día de la huelga, por lo que parecía lógico deducir que el jugador no acudiría, en solidaridad con todos sus companeros. Un día después, el 5 de marzo, recibió otra nota en la que se le separaba de la disciplina del equipo y se comunicaba a la Federación que por el señalado incidente del entrenamiento debía surtir efecto la solicitud del club -la empresa- para rescindirle el contrato. «También me aplican el 10% de sanción por lo de la huelga. »

Mientras se sigue a la espera de la publicación de la ordenanza laboral -quizá algún día se dicte-, la Asociación de Futbolistas ya tiene elaborado su proyecto de convenio colectivo, que presentará en el Ministerio de Trabajo la semana que viene.