Violentas manifestaciones en los territorios ocupados

Las manifestaciones y huelgas en los territorios ocupados por Israel, iniciadas con la llegada de Jimmy Carter a Oriente Próximo, se han incrementado tras ser coronadas con éxito las últimas negociaciones egipcio-israelíes. En las últimas veinticuatro horas, las manifestaciones se han convertido en motines con trágicas consecuencias: ayer resultaron muertos dos jóvenes estudiantes palestinos al disparar los soldados contra una concentración de protesta contra los acuerdos.En Jaljul, pequeña localidad cercana a Hebrón, varios centenares de estudiantes se concentraron ayer en la calle principal lanzando gritos antisraelíes. La calle, por donde fluye el tráfico automovilístico entre Jerusalén y Hebrón, quedó interrumpida por barricadas de piedras amontonadas y neumáticos incendiados.

«Muerte al traidor, Sadat. Viva la OLP», coreaban los jóvenes, cuando llegaron los soIdados israelíes al pie de la barricada. Estos fueron recibidos por una nube de piedras y varios soldados replicaron con disparos al aire. Pero una ráfaga aislada, disparada por un soldado, segó a tres jóvenes: dos de ellos murieron en el acto, una joven de diecisiete años y un muchacho de veintiuno. Otro resultó gravemente herido en la pierna. El Gobierno militar ha ordenado una investigación sobre el trágico incidente.

La huelga escolar, iniciada hace varios días en Rarnallah, se ha extendido rápidamente a la mayoría de las ciudades palestinas de Cisjordania y, desde el martes, los jóvenes se manifiestan en las calles de Jerusalén oriental, Belén, El-Bireh, Nablus, Jericó y Jenin.

«Muerte al sionista Begin, al imperialista Carter y al traidor Sadat», gritaron los manifestantes en el distrito de Kalandia, Jerusalén oriental.

Todos los alcaldes palestinos, desde los que son conocidos por sus simpatías hacia la Organización para la Liberación de Palestina, como Bassan Shaaka -de Nablus- hasta los que mantienen vínculos con Jordania, como Elías Frej -alcalde de Belén-, condenan el tratado de paz egipcio-israelí, «porque ignora los derechos del pueblo palestino», según afirmó el alcalde de Belén.