El Rey puede iniciar inmediatamente las consultas con todos los partidos parlamentarios

La iniciativa que corresponde a don Juan Carlos, en orden a la candidatura del nuevo presidente del Gobierno, está siendo cuidadosamente estudiada en el palacio de La Zarzuela, en donde no se descarta que el Rey aproveche la ocasión que le ofrecen las previas consultas establecidas en la Constitución para mantener contacto con todos los representantes de los grupos políticos con asiento en el Parlamento. Después de la entrevista concedida ayer por el Rey al presidente en funciones del Gobierno, Adolfo Suárez, fuentes oficiosas aseguraron a EL PAÍS que los trámites constitucionales para la votación de investidura van a acelerarse de inmediato.

Es seguro, que la visita de Suárez al Rey trascendió de la información sobre su reciente viaje oficial a Caracas, donde asistió a la toma de posesión del presidente de Venezuela, Luis Herrera Campins. Es muy probable que don Juan Carlos cambiara impresiones con Adolfo Suárez sobre el inmediato calendario político. Según la Constitución, entre las atribuciones del Rey figura la de convocar las Cortes Generales, con el refrendo del presidente del Gobierno.Las mismas fuentes indicaron que hasta el momento el Rey no había realizado ninguna de las consultas previas para la propuesta de candidato a la jefatura de Gobierno. El resultado de las elecciones y la victoria clara, aunque no absoluta, de Unión de Centro Democrático (UCD) ha restado perentoriedad y urgencia a tales consultas. Sin embargo, en cumplimiento estricto de lo establecido en la Constitución, el Rey celebrará las consultas y no se descarta que aproveche esta oportunidad para extender los contactos no sólo a los grandes grupos políticos, sino a todos los que, en alguna medida, han obtenido representación parlamentaria.

En medios de la Oposición compulsados por EL PAÍS se informó que, por el momento, no habían recibido la convocatoria de La Zarzuela para la evacuación de las consultas constitucionalmente previstas. En cuanto a las afirmaciones hechas ayer por Adolfo Suárez en Barajas sobre su posible sometimiento a la votación de investidura antes del 3 de abril, el socialista Javier Solana las calificó de «resabios del viejo estilo», ya que dan por hecho el resultado de las consultas reales antes de que se produzcan, desconociendo la mecánica constitucional prevista. En relación con la exposición del programa gubernamental antes de que se conozca quiénes formarán parte deI nuevo Gabinete, el señor Solana lo estimó constitucionalmente posible, pero incorrecto desde un punto de vista político, ya que se priva a los diputados de elementos de juicio decisivos para la votación de investidura.

La aceleración de los trámites previos para la puesta en marcha de las nuevas Cámaras ha producido también una movilización en los principales partidos de la Oposición. Parece confirmado que las Juntas preparatorias del Congreso y del Senado se celebrarán la próxima semana -probablemente los días 22 y 23- y, en todo caso, la constitución definitiva del Congreso se producirá antes del 27 de marzo. La votación de investidura podría producirse en la última semana del mes. A la vista de este calendario, los socialistas se reunirán hoy en las Cortes para constituir sus grupos parlamentarios en ambas Cámaas y elegir los cargos dentro de ellos. Asimismo, se constituirá el Grupo Comunista en el Congreso y estudiará la estrategia a seguir.

El Grupo Socialista del Congreso es muy probable que confirme en sus cargos a Felipe González como presidente; Alfonso Guerra, Enrique Múgica y Javier Solana, como vicepresidentes, y Gregorio Peces-Barba, como secretario.

La constitución de los grupos en el Senado tropezará con algunas dificultades. Convergencia i Unió se ha mostrado contraria a la formación de una minoría senatorial catalana con signo socialista. En principio, se niega a integrar a su senador Jaume Casademont a una minoría basada en la Nova Entesa, sino sólo en un grupo que no esté «al servicio de una política de partido».

Por su parte, los diputados electos de Herri Batasuna insistieron en agotar los trámites burocráticos para ser reconocidos como tales, así como cobrar sus sueldos parlamentarios, pero sin acudir al Parlamento «para estar allí sentados -dijo un portavoz de la coalición-, viendo cómo se niegan todos los derechos de Euskadi».