Abstencionistas

La abstención se presenta como problema a la hora de poner en funcionamiento cualquier sistema representativo. El sondeo electoral que EL PAIS publicó el pasado día 27 ofrecía sobre una muestra de casi 17.000 entrevistados, un 11% seguro de decididos a no participar. Lógicamente este porcentaje ha subido en base a la abstención técnica y a la de los indecisos. Al final, el índice de abstención se sitúa sobre el 33%. Sería muy interesante, a mi juicio, analizar y estudiar en profundidad el cómo y el porqué de estas abstenciones. Por ejemplo, a mí no me extraña que alumnos de la Escuela de Sociología propugnen la abstención y no me extraña porque, aparte otros motivos, sus problemas, que padecen desde hace tiempo, parece que nadie trata de solucionarlos, a pesar de que personalidades de distintos grupos políticos están, de alguna manera, vinculados a la Escuela.En cuanto a la posible abstención de los indecisos, pienso que el sprint final en televisión ha jugado un buen papel de solución. Y me parece que entre el «señoras y señores» de Adolfo Suárez y el «ciudadanas y ciudadanos» de Felipe González ha convencido más el primero. Y es que «señoras y señores» parece que engloba a todos, desde la señora María que realiza sus labores en el campo hasta el señor ministro, pasando por el señor Pedro, el carnicero. Por el contrario, «ciudadanas y ciudadanos» son en definitiva, los naturales vecinos de una ciudad, sus habitantes. Y puede que muchas señoras y señores, habitantes no de la ciudad, sino del pueblo y de la aldea que sigan viendo a la ciudad como un privilegio como algo superior porque no pueden verlo de otra manera, se sientan marginados. Ciertamente, las contradicciones sociales siempre empobrecen la personalidad del individuo, provocan. como decía Marx, alienaciones. Y esto el PSOE lo sabe.