Limitar el precio de las entradas
No quiero entrar a discutir quien tiene la razón en este pleito entre la AFE, los clubs y la Federación: probablemente, todos un poco, pero lo que sí es evidente es que todas esas partes no han tenido en cuenta para nada los intereses de la más importante: los aficionados, que siempre son los «paganos», en toda la acepción de la palabra, y que se han quedado sin asistir a un partido que tenían derecho a presenciar, puesto que muchos ya con anticipación habían pagado para ello (socios y abonados).Me parece muy bien que, como todos los «currantes» los jugadores de fútbol tengan su reglamentación laboral que recoja no sólo todos sus derechos sino también todas sus obligaciones como las de cualquier hijo de vecino. Si son «trabajadores» por cuenta ajena deber y establecerse en tales textos reglamentarios, como en los de las demás profesiones. sus categorías y con arreglo a éstas, sus emolumentos sud vacaciones, permisos. etcétera: pero igualmente su horario, de trabajo, nunca inferior al de los demás productores y una tabla de rendimientos mínimos. ¿Qué pasaria si se les exigiese todo esto?
Los clubs para poder allegar recursos a fin de hacer frente a los de desplazamientos, así como a los traspasos, sueldos, primas y demás incentivos fabulosos a sus jugadores se ven obligados a aumentar el precio de las cuotas a sus socios, de los abonos de las entradas y establecer el Día del Club y otros más, todo ello a costa de los aficionados, que ya se están hartando de que les tomen el pelo, y yo me pregunto: si el Gobierno ha establecido unos límites para los precios de las entradas de los cines y otros espectáculos públicos, ¿por qué no hace lo mismo con las del fútbol?
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.