Tarradellas niega que intentara evitar el pacto de Suárez con algún grupo catalán

El presidente de la Generalidad, Josep Tarradellas, negó ayer que durante la entrevista mantenida con el presidente del Gobierno, Adolfo Suárez, hubiera influido para evitar que el partido gubernamental llegue a un acuerdo parlamentario con algún grupo catalán.

Fuentes oficiosas de la Presidencia del Gobierno, por su parte, señalaron a EL PAÍS que «en la medida en que el señor Tarradellas intente impedir una conjunción de intereses entre las fuerzas centristas de Cataluña, se estará estrellando». Las mismas fuentes, que se negaron a profundizar en el contenido de la entrevista, señalaron que «el presidente Suárez suele escuchar atentamente a sus invitados, pero siempre adopta sus propias decisiones reflexivamente y teniendo en cuenta opiniones muy variadas».La entrevista entre ambos políticos, que estaba prevista para las once de la mañana de ayer en el palacio de la Moncloa, se pospuso cuarenta minutos por obligaciones del señor Suárez.Al término de la misma, Josep Tarradellas se negó a hablar con los diecisiete periodistas -cuatro de ellos catalanes- que le esperaban en un edificio anejo a la sede de la Presidencia. La decisión del presidente de la Generalidad extraño, sobre todo, porque la conferencia de prensa había sido prevista con anterioridad a la conversacion Suárez-Tarradellas y porque el político catalán tenía conocimiento previo de ella.

A la una de la tarde, Josep Tarradellas indicó a su chófer que le condujera directamente al hotel donde se alojaba en Madrid y adulo como único motivo para la suspensión de la rueda de prensa que no tenía tiempo.

Poco antes de emprender el viaje de regreso por vía aérea a Barcelona y en el propio aeropuerto de Barajas, el presidente de la Generalidad aceptó responder a algunas preguntas. «Esta vez, cosa rara, el presidente Suárez y yo no nos hemos peleado». afirmó como resumen de la entrevista y saliendo al paso de las interpretaciones según las cuales había resultado poco satisfactoria desde el punto de vista del presidente del órgano preautonómico catalán. «El señor Suárez -añadió- tenía Interés en conocer mi opinión sobre los resultados de las elecciones generales y lo que puede pasar después de las municipales.»

Añadió que, a su juicio, los comicios del 1 de marzo no han cambiado el espectro político en Cataluña, pero que, pese a ello, resultaba conveniente mantener una entrevista con el presidente del Gobierno.

El señor Tarradellas explicó -segán recoge Efe- la importancia que para Cataluña tienen las elecciones municipales, y señaló que los grandes partidos, UCD, PSOE y PCE, van a imponer poco su ley. Concedió importancia al problema de la coordinación entre el presidente de la Generalidad y los diputados de las provincias catalanas y dijo que no había tratado con el presidente Suárez de temas relacionados con el Estatuto de Autonomía para Cataluña, ni de las transferencias de competencias. Josep Tarradellas anunció que a mediados del próximo mes de abril se trasladará de nuevo a Madrid durante ocho o diez días, con el objeto de celebrar la segunda etapa de negociaciones entre el Gobierno y la Generalidad. «La primera etapa se desarrolló en abril de 1977 y debo decir que el presidente Suárez ha cumplido todo lo que convinimos, añadió.

Suárez y Tarradellas hablaron del tema vasco

Indicó más adelante que no suele hablar de política, sino que la hace, y señaló que ha comprobado cómo Adolfo Suárez está preocupado -«preocupación común a todos los españoles»por problemas relacionados con la economía, el paro, la expansión del comercio y «el problema del Norte. Este problema -prosiguió- afecta a todos los espanoles y no sólo a los vascos. Espero que estas elecciones sirvan para que cada uno sepa su responsabilidad. Hay que sentarse todos alrededor de una mesa, porque este problema no se puede resolver a tiros, ni con insultos. Hay que encontrar una solución que traiga la concordia y la paz al País Vasco.»

Interrogado sobre su encuentro con el ministro del Interior, Rodolfo Martín Villa, el pasado día 7, dijo que no hablaron de política. «Sólo conversamos sobre León y Soria», terminó.

A su llegada a Barcelona, informa Efe, el señor Tarradellas afiirmó que el balance del viaje era positivo, y añadió que si se producían algunos retrasos en los traspasos de competencias a la Generalidad se debían a la complejidad administrativa que comportaban. «Espero que, una Vez formado el nuevo Gobierno, se agilicen.»

Aunque el señor Tarradellas lla negado repetidamente que hubiera planteado al presidente del Gobierno temas relacionados con los acuerdos que formalice UCD de cara al voto de investidura del señor Suárez, fuentes cercanas a Convergencia i Unió en Madrid señalaron que era evidente, a su juicio, que el presidente de la Generalidad no desea que CiU obtenga ninguna recompensa como fruto de ese eventual apoyo.

Por su parte, Jordi Pujol, líder de CiU, en unas declaraciones a Radio Nacional, aseguró que el acercamiento entre su partido y UCD no se ha producido todavía. «Es muy probable que el presidente del Gobierno retrase una semana más el tema del voto de investidura. Nosotros no nos hemos planteado aún este asunto».