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"Las declaraciones, después de las votaciones"

«Espero con mucha tranquilidad el resultado de la votación popular», dijo ayer el secretario general del PSOE, Felipe González, cuando salía del colegio electoral de la calle del Pez Austral, en el barrio de La Estrella. El señor González prefirió no hacer declaraciones de tipo político, ya que podrían ser mal interpretadas: «Mientras no se cierren las urnas, es mejor no hacer declaraciones que puedan influir en el resultado de la votación.»De forma indirecta, sin embargo, expresó su confianza de ganar las elecciones cuando, a preguntas de un periodista, manifestó que «tengo más tranquilidad que nadie». A continuación abandonó el centro escolar acompañado de su esposa, Carmen Romero, y dos de sus más inmediatos colaboradores.

El señor González llegó al colegio electoral a las 9.45, a pie, ya que su domicilio se encuentra en la calle del Pez Volador, próxima a la del Pez Austral, protegido por varios inspectores y militantes del partido. Subió al primer piso del colegio, donde estaba instalada la mesa electoral, y tuvo que pedir por favor que le dejaran sitio para rellenar la papeleta del Senado, ante el acoso de periodistas, cámaras de televisión y algunos curiosos.

A esa hora la afluencia de votantes era mínima, por lo que su voto fue uno de los primeros que entraron en la urna. Luego saludó a los presentes, firmó autógrafos a unos niños y se sometió a los flashes de los fotógrafos.

La vuelta a casa la realizó en un coche Seat 1430 de color rojo. En las listas de electores colocadas en la pared de entrada alguien había escrito una expresión insultante a continuación de «González Márquez, Felipe».

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