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Portugal no presenta estrategía alguna para negociar su ingreso en la CEE

La primera ronda de negociaciones para el ingreso de Portugal en el Mercado Común se celebró en Bruselas, con un primer intercambio de documentaciones relativas al «respeto de la realidad comunitaria», que en los capítulos de la unión aduanera y relaciones exteriores deberá respetar Lisboa para incorporarse a la Comunidad Europea. Víctor Constancio, presidente de la comisión de¡ Gobierno portugués para los problemas de integración a la CEE, dirigió la delegación lusitana.

Portugal no debería encontrar obstáculos importantes para adaptarse a la unión aduanera de la CEE, gracias a la existencia de su actual acuerdo de libre cambio con los nueve del Mercado Común, que le obliga a una desmovilización tarifaria cuyo proceso final se sitúa en 1985. Sin embargo, los problemas graves de la economía portuguesa y su crónico déficit de balanza de pagos (1.200 millones de dólares) pueden aconsejar ciertas derogaciones para la alineación arancelaria de Portugal al Mercado Común. Lisboa quiere la congelación temporal de su homologación de arancel con la CEE, ventajas para ciertas exportaciones agrícolas (concentrado de tomate. conservas de sardinas y frutos y legumbres) y prórroga de la cláusula de protección para «industrias nacientes», que permite preservarlas de la competencia de los productos comunitarios. Es probable que los comunitarios accedan parcialmente a las demandas de Lisboa para facilitar el desarrollo económico de un futuro candidato cuyas diferencias socioeconómicas con el Mercado Común son muy importantes.En relaciones exteriores, segundo capítulo de la primera fase de las negociaciones, Portugal deberá adaptar los grandes principios y realidades de la CEE. El mosaico de acuerdos comerciales con casi todos los países del mundo (mediterráneos, africanos, Caribe y Pacífico. preferencias generalizadas y otros) que actualmente mantiene la CEE serán aplicados al nuevo Estado miembro. Se vislumbra la necesidad de ciertas excepciones, como las del futuro estatuto que Portugal establezca con su ex colonia de Macao. Los actuales acuerdos bilaterales entre Portugal y una serie de países (Angola, Mozambique, Tanzania, Senegal, Irak y otros) pasarán a acuerdos comerciales en el marco de la CEE o deberán abandonarse.

La primera tanda de negociaciones, más bien de simple carácter informativo por su escasa duración, de menos de.una hora, demuestra que el proceso de integración de Portugal a la CEE podría desarrollarse en inferioridad de condiciones para Lisboa, que por el momento no parece contar con una estrategia definida ante el Mercado Común.

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