Aumentan los ataques entre partidos en la última fase de la campaña electoral

El nerviosismo ante los resultados que prevén las encuestas electorales, los posibles índices de abstención, la campaña institucional para inducir al voto, y el uso de los sondeos realizados por un organismo oficial y sólo conocidos por la propia Presidencia del Gobierno, están marcando los cinco últimos días de campaña electoral, en la que se aprecia, asimismo, un notable recrudecimiento de los ataques, incluso personales, entre los dos partidos mayoritarios, Unión de Centro Democrático (UCD) y Partido Socialista Obrero Español (PSOE). Los partidos minoritarios colaboran también a aumentar este clima de críticas mutuas.

UCD, privada de la colaboración personal del presidente Suárez, aquejado por una afonía, ha intensificado su publicidad en todos los medios de comunicación y ha acentuado sus ataques al PSOE, tanto en las intervenciones de sus candidatos a parlamentarios como en notas difundidas, sin motivo inmediato aparente, por su oficina de prensa. El Partido Comunista de España (PCE) insertó ayer en algunos medios de comunicación diarios un anuncio, a toda página, en el que, indirectamente, se critica al Partido Socialista. Bajo el lema «La democracia no es un camino de rosas» se afirma que «nadie puede conseguir la democracia por su cara bonita» y se incluye un dibujo de una rosa tumbada o caída.El PSOE ha acogido los ataques centristas como una prueba del nerviosismo del partido gubernamental (véase EL PAIS 22-11-79) y se lamenta de las críticas comunistas que pueden poner en peligro, según afirmó una fuente socialista, el incipiente acuerdo entre ambos partidos de cara a las elecciones municipales y la proclamación de alcaldes.

Fuentes de UCD, por su parte, negaron ayer a EL PAIS que sus dirigentes estuvieran preocupados por un posible índice de abstención elevado. «Según nuestros sondeos -señalaron-, la abstención se situará, aproximadamente, en el 25 % del electorado, lo que no significa un porcentaje muy destacado.» Las mismas fuentes afirmaron que desconocían por completo las encuestas realizadas por el Centro de Investigaciones Sociológicas, que depende de Presidencia del Gobierno. Al parecer, dicho sondeo, elaborado sobre una muestra de 25.000 entrevistas, es conocido exclusivamente por Adolfo Suárez y sus más inmediatos colaboradores. Estiman, sin embargo, que la actitud del director de dicho centro, Juan Diez Nicolás, que se negó a facilitar los resultados a los representantes del PSOE, está plenamente justificada, ya que «en cualquier país democrático sucede lo mismo».

El señor Díez Nicolás se volvió a ratificar ayer en su negativa a facilitar dicho sondeo, según manifestó a Europa Press. Afirma que no está capacitado para decidir si estos datos se publican o no y considera que la publicación de los mismos «sólo originaría polémicas, porque hagamos lo que hagamos se nos acusará de querer favorecer a UCD».

El comité electoral del PSOE publicó ayer una nota en la que da cuenta -calificándolo de «hecho curioso»- de que el pasado día 21 de febrero pudo observarse, en un tablón de anuncios del Centro de Investicaciones Sociológicas, una carta dirigida al director «por la que se le pide, en nombre de UCD, que reclute interventores para las mesas electorales, a quienes se les abonarán dietas por valor de 3.000 pesetas».

El señor Diez Nicolás ha aclarado que, efectivamente, ha recibido una carta de UCD solicitando interventores, pero señala que él se ha limitado a colocarla en un tablón, para el supuesto de que a alguno de sus empleados o entrevistadores le interesara. «No es cierto que yo haya ido pidiendo a nadie que sea Interventor de UCD, sino que, simplemente, lo he puesto en conocimiento del personal del centro.»