Tres semanas de huelga en las canteras leonesas de pizarra

El sector de canteras de pizarra culmina su tercera semana de huelga, desde que el pasado día 6 los trabajadores decidieron iniciar un paro indefinido para presionar en las negociaciones del convenio, que se negocia por primera vez con carácter provincial

Las negociaciones llevan vanas semanas en punto muerto, sin que se haya podido llegar a ningún tipo de acuerdo entre la patronal -que ofrece un salario bruto de 26.000 pesetas para el peón- y las centrales sindicales. Estas últimas exigen que se incluyan en la nómina los salarios reales de los trabajadores -alrededor de 35.000 pesetas mensuales para el peón, según Comisiones Obreras-, a la vez que renuncian a cualquier tipo de mejoras salariales en este primer convenio. (Actualmente, en la mayor parte de las nóminas figuran las 18.000 pesetas del salario mínimo interprofesional.)Los trabajadores han pedido la mediación del Ministerio de Trabajo en el conflicto y han dado una semana de plazo a los empresarios para reanudar las negociaciones, amenazando en caso contrario con iniciar acciones de presión más drásticas. El sector de canteras de pizarra cuenta con una población laboral próxima a los seiscientos trabajadores, distribuidos en una decena de empresas que trabajan en la raya entre León y Galicia. Mientras Comisiones Obreras asegura que la intransigencia de la patronal se debe a que el convenio de León va a servir de base a los que se negocien en el resto de las provincías -especialmente el de Orense-, fuentes de los empresarios manifiestan que un incremento salarial como el que solicitan las centrales anularía la competitividad en precios de la pizarra extraída en las canteras del noroeste de la Península, cuya producción se exporta en su mayor parte a Francia.