Francia no concederá la extradición de ningún español

«No», respondió categóricamente el presidente de la República Francesa, Valery Giscard d'Estaing, en la rueda de prensa que ofreció ayer en el palacio del Elíseo a quinientos periodistas internacionales cuando uno de éstos le preguntó si «la lucha armada en el País Vasco español con vistas a conseguir la independencia a medio o a largo plazo» podría resultar un «modelo» para el País Vasco francés.El presidente se explicó, también ampliamente, sobre el contencioso franco-español creado por los refugiados españoles en Francia y afirmó que «por razones políticas nunca será extraditado un español». «Las últimas medidas adoptadas por el Gobierno francés han provocado atentados en España contra intereses y personas franceses. ¿Permitiría esto reforzar más aún la cooperación franco-española en este dominio? Es decir, ¿tomaría su Gobierno nuevas medidas contra los vascos refugiados en Francia?»

A esta pregunta el presidente galo contestó advirtiendo, de entrada, que «Francia es un país legalista, y por ello la cuestión precedente se trata de acuerdo con las leyes francesas».

Recordó, en primer lugar, que de los refugiados políticos de la época franquista quedan unos 20.000 en total. Ahora bien, el establecimiento de la democracia en el Estado español y la firma por parte de este último de la Convención de Ginebra sobre los refugiados políticos hace más de un año han servido de base para que «Francia suprima el estatuto de refugiado político para los españoles.» En consecuencia -añadió-, todos los afectados por esta situación recibirán su carta de residencia, su carta de trabajo y muchos refugiados antiguos continuarán beneficiándose de las ventajas sociales adquiridas en nuestro país».

A continuación, el señor Giscard d'Estaing especificó cuatro casos especiales de refugiados:

1. Los que se encuentran en situación irregular, es decir, sin documentación. «Estos, como ocurrió recientemente con los siete detenidos en el País Vasco, serán conducidos a la frontera de su país.»

2. Aquellos que «se considere ejercen actividades reprensibles serán expulsados hacia el país de su elección o a su país de origen, en caso de que no manifiesten una preferencia determinada».

3. Los residentes que «ejercen actividades que puedan entorpecer el desarrollo normal de períodos delicados para España, como las elecciones que tendrán lugar el próximo mes de marzo. En este caso se les confinará temporalmente.

4. Por fin, aquellos que cometan actos criminales serán juzgados según las leyes francesas. Pero nunca se concederá la extradición por razones políticas, ya que no figura así en la convención franco-española.